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La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un nuevo plan de alivio económico por 3 billones de dólares para hacer frente al golpe económico del COVID-19.
El nuevo paquete incluiría otra ronda de pagos de estímulo de hasta 1,200 dólares por persona.
El próximo paso es que el Senado vote sobre la medida, que deberá enfrentar a la oposición republicana que hasta ahora se ha mostrado reacia a aprobarla.
Los republicanos argumentan que los beneficios de desempleo excesivamente generosos disuaden a las personas de regresar al trabajo.
La medida fue aprobada en la Cámara baja con una votación de 208 contra 199.
Los analistas vaticinan que no tiene ninguna posibilidad de convertirse en ley tal como está escrita, pero probablemente conducirá a negociaciones con la Casa Blanca y los republicanos del Senado.
Cualquiera que sea el resultado en la Cámara alta, probablemente sería el último proyecto de ley en respuesta al COVID-19, antes de las elecciones presidenciales de noviembre.
Un paquete histórico en apoyos
El enorme paquete demócrata costaría más que los cuatro proyectos de ley anteriores combinadas.
Daría casi mil millones a los gobiernos estatales y locales, otra ronda de pagos directos de 1,200 dólares a individuos y ayuda para desempleados, inquilinos y propietarios de viviendas, estudiantes con deudas universitarias y para el golpeado Servicio Postal.
“No actuar ahora no sólo es irresponsable desde el punto de vista humanitario, es irresponsable porque sólo va a costar más”, advirtió la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Testing. Treatment. Isolation.
Science shows us that is the path to overcoming this virus.
And it is that plan which is at the heart of the #HeroesAct.
The Senate must take up this crucial legislation immediately. #FamiliesFirst @FaceTheNation pic.twitter.com/9tS0M4b3EK
— Nancy Pelosi (@SpeakerPelosi) May 17, 2020
Los republicanos también aguardan señales más fuertes del presidente Donald Trump sobre lo que decidirá sobre la medida.
Donald Trump, y las principales figuras del Partido Republicano, como el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, insisten en que la próxima medida debería ser proteger la reapertura de negocios contra demandas por falta de responsabilidad.
El presidente también exige una reducción de los impuestos sobre la nómina.
El debate del viernes pasado reflejó una escena del Capitolio que se ha vuelto común en la era del coronavirus, aunque sigue siendo desconcertante.
Las votaciones duraron más que de costumbre, pues los legisladores lo hicieron en pequeños grupos para limitar el hacinamiento.
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