Contrario a lo que algunas personas podrían llegar a suponer, la tecnología se ha vuelto una aliada en varios aspectos: hoy ya no solo es un gran apoyo para trabajar o estudiar, sino también para mantener un estado de salud óptimo.
Tan solo hay que observar el último año, donde mucha gente pasó la mayor parte de su tiempo en casa limitándose a moverse de su recámara a la sala, o hacia la cocina y a otros sitios de su hogar. Esto llevó a incrementar el número de personas con síntomas de depresión, ansiedad y estrés, detalla la Organización Mundial de la Salud.
Sin embargo, un estudio de la Universidad de Michigan muestra que una solución para estos padecimientos es ejercitarse. Para ello, las apps y los wearables como los smartwatches o las bands han sido grandes aliados para ejecutar cualquier rutina desde donde sea, así que no importa si es en un parque o en el interior de casa, hoy es posible.
Los usuarios se están dando cuenta de ello y cada vez están consumiendo más estos dispositivos. De hecho, el año pasado, IDC calculó un crecimiento interanual del 14.5% en el envío global de wearables. La consultora mencionó que ésta sería una tendencia en los siguientes años, ya que pronosticó que entre el 2020 y el 2024 este mercado tendría un crecimiento de doble dígito a nivel mundial, alcanzando una tasa de crecimiento interanual del 12.4%
El hecho de que cada vez más personas adquieran un smartwatch o una band se debe a que estos dispositivos ya ofrecen rutinas de entrenamiento para todos los niveles, así que no importa si los usuarios son principiantes o avanzados.
Muchas veces, los dispositivos integran entrenadores animados para que se muestre cómo ejecutar cada ejercicio a detalle. Y además, les avisan a los usuarios cuando es hora de ponerse en movimiento, porque han pasado varias horas sentados o acostados.
Tal es el caso de HONOR, el cual es considerado uno de los pioneros en utilizar el monitor de oxígeno en la sangre (SPO2) dentro de sus wearables. Adicional a esto, los dispositivos cuentan con otros sensores que permiten monitorear algunos indicadores vitales, como el ritmo cardiaco, y otros como el nivel de estrés y la calidad del sueño, los cuales les ayudarán a los usuarios a tener en rango aproximado sobre su estado de salud en tiempo real, lo cual los impulsará a mejorar su estilo de vida o a mantenerlo.
Tanto los relojes inteligentes como las bands almacenan el progreso en los entrenamientos y en la salud de los usuarios, para entregar un reporte semanal, mensual y anual. Este tipo de dispositivos suelen trabajar de la mano de aplicaciones, ya que ahí concentran esta información e incluso, a través de ellas, se dan recomendaciones para mejorar cada aspecto.
Sin duda, fabricantes de wearables como HONOR están prestando cada vez más atención a las nuevas necesidades de los usuarios y buscan cubrirlas innovando en cada uno de sus productos. Sin importar si estos son de gama de entrada, media o alta, se están diseñando dispositivos para que todas las personas puedan tener acceso a tecnología inteligente que les ayude a cuidar de su salud en todo momento.
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