Columna. Contemplando la ecuación
Por Jackie Mortera, Life & Executive Coach
www.jackiemortera.com
La crisis sanitaria nos ha dejado muchos aprendizajes, tanto a nivel personal como profesional.
Una de las industrias que cambió radicalmente su forma de operar es la del reclutamiento.
Aunque dichas empresas ya trabajaban con tecnología de forma habitual, hoy en día se volvió su única forma de operar.
Partamos en el inicio de la pandemia, cuando el 95% de los empleos se hicieron de una manera remota o desafortunadamente cerraron.
El reto para los head hunters se volvió un gran reto, ya que, por un lado, muchas empresas dejaron en stand by el proceso de contratación de personal.
Hubo muchas empresas (farmacéuticas, higiene, tecnología) que se desbordaron de trabajo y contrataron a más personal de lo habitual.
Los colaboradores de las empresas de reclutamiento se vieron inmersos en un tema tecnológico al 100%, ya que antes de la pandemia se repartía entre un porcentaje digital y el otro presencial.
La era del reclutamiento digital
¿Pero cuál es la sorpresa hoy? La mayoría de dichas empresas encontraron una forma mucho más eficiente que mantener su esquema previo al confinamiento.
La respuesta surge porque el envío de un CV sigue siendo de forma digital, y utilizan programas de inteligencia artificial que arrojan muy buenos resultados en el filtro para encontrar a los mejores candidatos.
Y las entrevistas, que antes eran presenciales, hoy se llevan a cabo mediante conferencias en línea en las diferentes plataformas, como zoom, meet, entre otras.
Este proceso ha hecho mucho más rápido tanto la selección como la contratación, ya que en lugar de hacerlo en diferentes sesiones presenciales, hoy se hace en la medida de lo posible en una misma sesión.
El candidato tiene hasta cinco entrevistas en una misma conferencia. Este nuevo esquema hace mucho más eficiente el proceso.
Por otro lado, y es un tema muy benéfico, es que las fronteras se abren cada vez más para los candidatos, ya que las empresas se dieron cuenta en esta “nueva normalidad” que no es necesario que todos los colaboradores se encuentren de manera presencial en sus instalaciones.
Incluso ahora pueden vivir en otra ciudad o país, y eso ya no es una limitante, ya que la tecnología permite que trabajes a distancia desde cualquier lugar.
Esto también beneficia a las empresas, pueden reducir costos en espacios físicos, como las de oficinas (rentas y servicios). Y este es sólo un ejemplo de las oportunidades que se presentan después de una crisis en los diferentes sectores.

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