Jorge Goeters sabe que se aprende más de las derrotas que de los triunfos. El piloto internacional se erige como uno de los rivales a vencer en la próxima temporada de Nascar México Series, categoría en la que buscará su tercera corona.
Y aunque la Diosa Fortuna le sonrió en la campaña 2019 al dejar que mostrara su talento para finalizar en el Top 5 de la peleada serie, no siempre ha sido así. En la primera entrega de esta entrevista conocimos la actualidad deportiva de Goeters, pero para llegar a ello, debemos también echar un vistazo a los obstáculos que tuvo que vencer.
“He corrido por 24 años consecutivos. He podido ir a casi todo el mundo, a diferentes estados, ciudades y pistas, y todas las he disfrutado, las tengo en la mente, pero no he cuantificado el número de carreras, o cuantas veces he subido al podium, o vueltas en un autódromo. Lo que sí, es que he aprendido mucho de las malas decisiones”, cuenta Goeters en entrevista telefónica.
El multicampeón de automovilismo recuerda de manera especial sus carreras en Shanghai en la desaparecida A1GP, su paso por los prototipos Grand Am, y su incursión en los stocks de Estados Unidos, el episodio que más trabajo le costó.
“Llegué en 2004 a mi primera carrera Nascar en Estados Unidos, en Inwindale, California. Y aquí vino mi primer golpe, porque fuimos varios mexicanos y no logramos calificar, la única que lo hizo fue Mara (Reyes)”, recuerda el piloto.
“Después tuve mucha participación, pero dependía de la economía, es decir, de mi directamente, de la lana que lograra conseguir para poder subirme. Con el equipo Brewco corrí una vez en Chicago, en ARCA. Y finalmente en 2005, pude correr en Nascar Cup, en Watkins Glen (circuito)”.
Al preguntarle cómo ve su carrera en este 2020 y luego de hacer un recuento de todas las series en las que ha participado, Jorge no lo duda ni un segundo y contesta velozmente: “Incompleta, porque aún no la acabo”, y revira: “Me equivoqué varias veces en el camino, lo que me hizo empezar de cero en algunas ocasiones”.
Y esas equivocaciones, nos cuenta, vinieron de malas decisiones y de ignorar cómo se movía el automovilismo estadounidense.
“Yo iba con una mano por delante y otra por atrás. No tenía un apoyo económico fuerte, de los que hay hoy en día. Tuve mucho contacto con mucha gente, pero muchos de ellos abusaron de nosotros (los mexicanos). Cuando yo contraté mi primera carrera, en 2005, cuando Nascar Busch vino a México, yo pagué a través de alguien 200 mil dólares por esa carrera… es el costo que me dieron a mi. Yo busqué patrocinio y logré conseguir ese dinero. Tuve buenos resultados, lo que me abrió una buena relación y con el tiempo te das cuenta que me tranzaron, porque me pidieron 200 mil dólares en una carrera que costaba 60 mil dólares”.
Al pedirle que explicara, Jorge detalló: “Me abrí las puertas con el equipo por los resultados, y me invitaron a (participar en) otra carrera y les digo que ‘no tengo 200 mil dólares para pagar el asiento’ y se sorprenden porque el intermediario me haya cobrado esa cantidad, y me dicen que eso no costaba, y resulta que valía mucho menos. Te das cuenta que como ya pagué 200 mil dólares, la gente de allá (los demás equipos) pensaba ‘en México hay dinero, pagan mucho’, y entonces empiezan a pedirnos eso, nos vendían muy caro las carreras”.
Pero no fue su única mala experiencia, sino sólo una de las primeras. “Con eso que ya había descubierto, (el equipo) Braun me ofrece un paquete, me invitan a una carrera que no tenían contemplada, como Pikes Peak y de ahí, ya me invitan a Watkins Glen, y terminé en Top 10, pero ya con los patrocinadores de ellos, que era Kleenex”.
Goeters continúa el recuerdo: “Ellos me consideraban un buen piloto de circuitos, pero yo quería correr óvalos, así que por mi cuenta, busqué y conseguí algunas carreras como Kansas y Texas, pero las negociaciones eran brutales, y no teníamos autos competitivos. Cuando fui a Nascar de Estados Unidos, lo que mucha gente no analiza, es que yo ya no era un chavo. Ya no me quedaba mucho tiempo para conseguirlo, el tiempo se me iba”.
“De pronto me entró la desesperación de que no conseguía asiento, y fui a pedir trabajo a Hendricks, y palabras específicas Rick: “¿Qué tienes tú Jorge, que no tenga Jeff Gordon? porque son de la misma edad”… sólo que él tenía cinco campeonatos y el apoyo de DuPont. Regresé a México, me dio la oportunidad Gel Xtreme, para demostrar que aún podía. Me tomó tiempo volver a ser campeón, que fue en 2012.
Sin embargo no fue sencillo, pues en 2009 vino un episodio que ha sido su mayor revés, y del cual habla poco. “Para mi desgracia, (vino) la muerte de Carlos Pardo, y fue cuando me desconoció el automovilismo. Hoy en día, hay mucha gente que sigue culpándome. Y hoy, después de 11 años, yo no siento que me haya equivocado. Creo que cualquiera que hubiera estado en mi posición hubiera hecho lo mismo. No hay manera en la cual un piloto competitivo hubiera soltado al pelear por la victoria”, nos comparte.
Al reflexionar sobre el accidente en la pista poblana al pelear el primer lugar en la última vuelta, llega a una nueva conclusión. “La seguridad ha avanzado muchísimo, imagínate si yo hice mal, ¿qué hubieran dicho del más reciente accidente de Daytona? Gracias a la actual seguridad el piloto pudo salir bien. A 300 km/h. Si le hubiera pasado algo, ¿dónde queda el que venía atrás? Y para mi punto de vista, el de atrás no tuvo la culpa, sino el de adelante que trata de bloquear. No puedes bloquear a nadie a esa velocidad”.
El recuerdo es terrible, y lo demuestra al bajar la voz y sentenciar: “Marcó un pedazo de mi vida, de mi carrera, pero me hizo más fuerte”.
Gracias a su familia y amigos, logró el campeonato de 2012, lo que le llevó a ampliar el legendario equipo GRT, fundado por su padre a finales de siglo pasado. Pero la suerte le jugó una nueva mala pasada.
“2013 y 2014, más el 14, fue muy cruel año conmigo, mi patrocinador principal realizó un fraude monumental, una estafa brutal, y me dejó embarcado, me demandaron por todos lados, como si fuera mi culpa. Fue una mala experiencia”, recuerda, y por esa razón prefirió cerrar la adorada escudería.
Esos tropiezos y golpes son los que hoy le han hecho el tomar el rol de mentor, para los pilotos jóvenes de Escudería Telmex que desean emigrar a las series Nascar en Estados Unidos.
“Sé que tengo mucho que enseñar, y para eso lo indicado es estar activo. Ahora que he podido trabajar con Rodrigo Rejón en algunas carreras de Estados Unidos, esa es mi labor, poder orientarlo, en situaciones que cuando yo fui nadie me orientó. (En mi época) nos incumplían lo que nos ofrecían. Ahora yo estoy al pendiente de que lo cumplan. Así puedo estar ayudando a que los jóvenes que tienen el sueño americano de correr allá, no se tropiecen con lo que muchos de nosotros nos tropezamos… y a lo mejor quien más se tropezó fui yo”, dice de manera contundente.
A pesar de estos sinsabores, Jorge tiene claro que en 2020 competirá por su tercera corona en los V8 de Nascar México, y, pasados unos años, “incluir una Carrera Panamericana. Es una carrera que es parte de México, es muy tradicional y podría culminar mi despedida del automovilismo”.
Con un presente competitivo, Jorge continúa su preparación para cuando la cuarentena por el COVID-19 se levante y pueda regresar a las pistas, con la única finalidad de demostrar que si bien ha tenido más momentos malos y tropiezos, los buenos resultados son aquellos que han marcado su exitosa carrera.
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