Los mercados financieros globales siguen reaccionando con preocupación ante lo que luce como la concreción de los efectos de la segunda ola de COVID-19.
El número de positivos por coronavirus sigue creciendo y amenazando la recuperación. Con ello, los mercados globales se anticipan y comienzan a descontar escenarios pesimistas.
La pandemia detiene recuperación económica
Si bien, el repunte de casos de COVID-19 no es una novedad, sí lo es el hecho de que en las últimas semanas se haya acelerado mucho su incremento en la mayoría de países europeos y en algunos estados de EUA.
Hechos que parece haber tomado por sorpresa a los distintos gobiernos que, como ocurrió en marzo, han vuelto a optar por confinar en mayor o menor medida a la población.
Además de detener una parte importante de la actividad empresarial como única solución para evitar la saturación de los sistemas sanitarios de sus respectivos países.
Francia y Alemania intensificaron sus medidas de confinamiento, dos de las economías más relevantes del mundo.Este tipo de medidas hace factible que muchas de las economías desarrolladas, especialmente las europeas, vuelvan a decrecer en el cuarto trimestre.
Este escenario no era el que venían descontando los inversionistas, que esperaban que en esta ocasión las medidas de contención del virus no fueran tan drásticas y, por tanto, no infligieran tanto daño a la economía.

Las elecciones de Estados Unidos
Además, los mercados están cada vez más preocupados por la posibilidad de unas elecciones disputadas en EUA que podrían desatar una ola de ventas de activos de riesgo.
Aunque el demócrata Joe Biden tiene todavía una amplia ventaja sobre el presidente Trump, ésta se ha reducido en los últimos días a un promedio de 7 puntos porcentuales (hace una semana llegó a ser superior a 10 pps).
Además, en los Estados considerados como «columpios» y que generalmente terminan definiendo el resultado final de la elección, los sondeos favorecen a Biden pero el margen de diferencia es menor, cercano a sólo 3 puntos porcentuales.
Poco a poco los inversionistas reacomodan portafolios ante el riesgo (aún bajo) de un resultado disputado y conflicto post-electoral en EUA.

La inestabilidad del petróleo
La semana pasada también fue negativa para el precio de las materias primas, en particular el petróleo.
El precio internacional del petróleo (WTI) retrocede otro 3% (ayer cayó cerca de 5.0%) para ubicarse alrededor de 35.50 dólares por barril, mínimo de mayo, en gran parte por el pesimismo generalizado en los mercados con una subida de casos del coronavirus.
Esta podría llevar a una ralentización de la actividad económica y una menor demanda energética a nivel global, así como por el incremento superior a lo esperado en los inventarios de crudo estadounidense.
Cifras positivas en EUA y Europa
Por su parte, algo que ayudó a tranquilizar un poco a los mercados en la semana, fueron las cifras positivas en EUA y Europa.
El PIB estadounidense y Europeo rebotaron con fuerza en el tercer trimestre del año, superando las expectativas.
En el caso particular de EUA, de mantenerse este ritmo la economía podría alcanzar los niveles previos a la pandemia, tan pronto como en 2021.
Por su parte, las solicitudes iniciales de desempleo bajaron a su mejor nivel desde marzo pasado, cuando comenzó a intensificarse las medidas de confinamiento para hacer frente a la pandemia.
También, aunque el Banco Central Europeo mantuvo sin cambios su política monetaria pese al avance del coronavirus, pero insistió en que está preparado para emplear sus herramientas disponibles si es necesario.

Con información de CI Banco
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR:
ADQUIERE CI BANCO EL NEGOCIO FIDUCIARIO DE DEUTSCHE BANK MÉXICO
CITIBANAMEX LANZA CONVOCATORIA PARA EL IDEATHON FINCLUYE 2020