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3 elementos vitales para desarrollar una gran ciudad

El vínculo estrecho que debe existir entre la arquitectura y el urbanismo, debe ayudar a “maximizar la capacidad de las ciudades para generar empleo y riqueza, fomentar la diversidad y la cohesión social entre diferentes clases, culturas, etnias y religiones y facilitar la utilización sostenible de recursos compartidos,” de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas.

Por eso cada año celebra el día mundial de las ciudades, para recordarnos la relevancia de ambas disciplinas que para tener un mejor futuro, debemos considerar al momento de diseñarlas.

Isadora Vargas, arquitecta que ha liderado diversos proyectos en el despacho Diagrama Arquitectos del grupo inmobiliario Levy Holding, nos presenta los 3 aspectos que deben considerarse en el desarrollo urbano en las ciudades para ser más efectivo.

  1. ¿Cómo ha evolucionado la manera en que vivimos?

Las dinámicas familiares han cambiado y ya no sólo existen las familias nucleares tradicionales y sus costumbres, sino que aparecen familias monoparentales, homoparentales y los hombres dejan de ser el único proveedor. Tenemos dinámicas como los roomates y otros acuerdos de convivencia, a los que se suman rutinas particulares donde, por ejemplo, el freelancing lleva a trasladar los trabajos de oficina a la propia casa o como en el caso de situaciones como la actual pandemia que obligó a muchas empresas a optar por el trabajo desde casa. Pensar en espacios diferentes que puedan albergar una multiplicidad de estilos de vida será clave para diseñar las viviendas del futuro.

  1. Para cambiar la dinámica, se necesita actuar por varios frentes

Cambiar la dinámica de una ciudad requiere tiempo, necesita el empuje en distintos frentes, donde sector inmobiliario además de velar por sus intereses económicos también lo haga por los de la ciudad. Se necesitan arquitectos capacitados y críticos, que en conocimiento del valor patrimonial y de las condiciones del centro proyecten una vivienda digna, responsable con el medio y que se aseguren de que las condiciones del entorno favorecerán la calidad de vida de sus habitantes. Se necesita, adicionalmente, de la sociedad civil organizada y de la clase política para que los recursos no se queden en el camino.

  1. Balancear las necesidades de la ciudad y sus habitantes

Hoy resulta urgente balancear las necesidades que tienen las ciudades, sobre todo en México. El centro de éstas, se presenta como una alternativa que, aunque en principio parece poco rentable, en realidad ofrece oportunidades. Las viviendas unifamiliares pueden convertirse en complejos más plurales, con la proximidad a servicios y comercios y el transporte multimodal puede suplir los traslados en automóvil. Repensar la forma de habitar fincas históricas, comunes en los centros citadinos, es poner al frente una idea en la que se reconoce la necesidad de cambiar estructuralmente la forma de habitar nuestras casas y ciudades.

Isadora, nos recuerda que para que nuestras ciudades tengan un mejor futuro, es importante la colaboración entre arquitectos, el sector inmobiliario, el gobierno y sus ciudadanos para desarrollar espacios que sean útiles y eficientes para todos los involucrados.

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