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Columna. Contemplando la ecuación
Por Jackie Mortera, Life & Executive Coach
www.jackiemortera.com
Ser una persona autoritaria y que sólo da instrucciones no es ser un líder.
Muchas veces, este concepto se desvirtúa precisamente por creer que sólo lo que alguien dice o hace está bien; o que sólo sabe dar instrucciones, minimiza el esfuerzo de su equipo, no aprende de los demás y no escucha, eso, en realidad, es un Anti líder.
El liderazgo es un conjunto de habilidades que tiene una persona para ser capaz de ponerse al frente de un grupo y, en líneas generales, influir de forma positiva en su marcha.
Manejar un grupo no es fácil, pero hay cualidades que se pueden desarrollar para influir en las personas. ¿Cuáles son?
Características de un buen líder
Todos, en algún momento de nuestra vida laboral, sentimos que teníamos un buen jefe.
Se trata de alguien que se comporta con la máxima educación, con un respeto absoluto hacia nuestro trabajo, que trata siempre de motivarnos y que es positivo, incluso en situaciones difíciles o complejas.
Habilidades de un buen líder
Ser un líder significa ser la persona que indica el camino con una serie de cualidades inherentes o aprendidas: con sus conocimientos, su manera de relacionarse con los demás, su capacidad para tomar decisiones, gestionar crisis y apoyar o entender a los integrantes de un grupo.
Por estas razones, un buen líder debe de contar y aprender las siguientes habilidades:
Confianza. En sí mismo para gestionar situaciones de crisis, aunque pueda equivocarse.
Toma de decisiones. De manera eficaz y con criterio, sin arbitrariedades.
Buena comunicación. Le expresa a su equipo lo que necesita, lo que quiere conseguir, lo hace dando indicaciones claras.
Autocontrol emocional. Perder el control, ponerse nervioso, desquiciarse, no es propio de un buen líder, quien siempre debe transmitir seguridad y control de la situación ante su equipo.
Capacidad de trabajo. Incluso trabajando más que los demás. No es un buen líder aquél que deja que sea su equipo sea el que se mate trabajando.
Planificación. Tiene una gran coordinación de recursos humanos, materiales y tiempos, controlando el proceso en todo momento.
Carisma. Es una persona que sabe convencer, tiene magnetismo, sabe dirigir con una sonrisa y, así, hace fácil el trabajo y que todos le sigan.
Educación. Es una persona agradable, que nunca grita o falta al respeto a su equipo.
Empático. Es una cualidad muy necesaria porque hay que entender al equipo, en su conjunto, y a las particularidades de sus integrantes, así sabrá sacar el máximo partido de los talentos de cada uno.
Justo. Lo es para tomar las decisiones más equilibradas en cada momento.
Positivo. Saber mantener la motivación a través de una actitud positiva.
Cuando el equipo se expresa bien de un jefe, cuando realmente están comprometidos con la empresa y no le importa lo que se deba hacer para sacar un proyecto adelante es porque hay un buen líder a la cabeza.
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