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Columna. Contemplando la ecuación
Por Jackie Mortera, Life & Executive Coach
www.jackiemortera.com
Normalmente, ante una situación conflictiva, las personas suelen sentirse abrumadas mentalmente con los aspectos negativos de dicha situación.
Con frecuencia, los planes no salen como los esperabas o se presentan episodios inesperados que obstaculizan su desarrollo.
Ante esta situación, las personas empiezan a cuestionarse porqué les sucede esta situación y cuál o cuales fueron las razones por las que pasó, y eso no hace más que empeorarlo todo.
Es importante centrarse en un cambio en el enfoque del análisis, no concentrar en la causa, en el porqué; y sí en el proceso, en el cómo.
Otra actitud que favorece la resolución del conflicto es centrar la atención del problema en lugar de analizar los resultados.
No existen los fracasos, sólo es posible tener resultados.
Si se valúa la situación como negativa aparecen sentimientos perjudiciales que no favorecen la resolución del conflicto.
Cuando la evaluación se centra en los resultados, en lugar de juzgar la situación como buena o mala, se obtiene una perspectiva que favorece una actitud positiva, y los conflictos se pueden convertir en oportunidades.
El reto está en aprender a enfrentar y resolver los conflictos adecuadamente, de forma constructiva.
¿Cómo sabemos cuál es un conflicto destructivo y un conflicto constructivo?
Conflicto destructivo:
- Cuando se atiende más el conflicto que otros aspectos realmente importantes
- Afecta negativamente a la moral y la auto percepción de la persona
- Polariza a las personas y a los grupos, lo cual reduce la cooperación
- Aumentan las diferencias
- Se llega a conductas irresponsables y perjudiciales
Conflicto constructivo:
- Se clarifican los problemas y asuntos importantes
- Resulta en la resolución de problemas
- Involucra a la gente en su solución
- consigue una comunicación hacer tira y auténtica
- Ayuda a liberar tensiones y emociones
- Aumenta la cooperación entre las personas
- Permite el desarrollo de nuevas habilidades
Sabemos que las relaciones humanas como tal están llenas de emociones, por lo que no es algo atípico que existan conflictos en todos los aspectos de nuestras vidas.
Pero el saber cómo manejarlos es sumamente importante para poder llevar mucho mejor cualquier tipo de relación, y en el tema laboral que implican tantos riesgos, tener ese control de las emociones y saber darles la vuelta puede marcar la diferencia.
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