Ford Motor Company inició sus operaciones en México el 23 de junio de 1925, unos años antes de la Segunda Guerra Mundial, y desde entonces se han convertido en uno de los principales motores de nuestro país, no sólo por el impacto que han tenido sus vehículos en millones de personas, sino como un brazo económico e industrial.
La innovación es lo que ha logrado la permanencia de la compañía en territorio mexicano, así como el talento de sus trabajadores y el compromiso con las comunidades, lo que sin duda se ha convertido en motivo de orgullo para la armadora del óvalo azul.
95 años de una emocionante historia
En 1925 Henry y Edsel Ford decidieron iniciar operaciones en el país con la ayuda de Adrián Lajous, quien se convirtió en el primer el director general de la empresa y fundaron en Bucareli 13 Ford de México.
Meses después, abrirían la primera planta de montaje y acabado de automóviles en la calzada de Balbuena, dentro de la Ciudad de México, la cual producía la impresionante cantidad –para la época– de 25 vehículos modelo T al día, el inicio de la gran historia y relación de Ford con México. Para 1931, se desarrollaron los planes para inaugurar en 1932 la planta de La Villa con una infraestructura mayor, que llegaría a producir hasta 100 modelos A por día.
En ese mismo año, el Instituto de Artes de Detroit invitó a Diego Rivera a pintar dos murales a través de un donativo hecho por Edsel Ford.
Los años cuarenta y cincuenta trajeron muchos cambios positivos a la compañía y a sus productos. Por un lado, se presentó el modelo 1949, el cual ofrecía a los usuarios mejores frenos, más espacio, así como por primera vez dos motorizaciones, la V6 o la V8; de igual manera, los cincuenta crearon una estabilidad que permitió a Ford vender un total de 19 mil automóviles y 68 mil camiones en 10 años.
Gracias a este crecimiento, para 1960 la firma adquirió un terreno en Cuautitlán, en el cual al principio sólo se producían motores. Tiempo después, de la mano del talento mexicano junto a los planes de expansión y desarrollo, se decidió crear el primer centro de ingeniería y pista de pruebas para nuevos modelos. Es así como inició Ford Cuautitlán.
“El talento del ingeniero mexicano desde los inicios de Ford en México se ha dado a notar y es uno de los pilares que han impulsado el crecimiento de la empresa en el país, a tal grado que nuestro centro de ingeniería cuenta hoy con alrededor de dos mil ingenieros desarrollando productos tanto para nosotros como para el mundo. Hemos logrado que no sólo exista el ‘Hecho en México’ sino que se está estandarizando a nivel global el ‘Diseñado en México’ y esto no nos podría tener más orgullosos”, comentó Marcos Pérez, director de ingeniería y desarrollo de producto de Ford de México.
En 1966 se creó el Comité Cívico de Ford y sus Distribuidores en México, con el objetivo de devolver a la comunidad algo de lo recibido. Es así como se fincó el objetivo de beneficiar a través de la educación a niños que viven en zonas vulnerables. Hasta la fecha se han inaugurado 212 escuelas primarias públicas en todo el país, que orgullosamente promueven la educación, los valores y el desarrollo de miles niños diariamente.
El Comité Cívico, además del enfoque en la educación ha desarrollado proyectos en beneficio del medio ambiente como La Selva Lacandona, Salvemos al berrendo, entre otros.
Antes del nuevo milenio, fue un tiempo de gran desarrollo para la empresa, pues tan solo a inicios de la década de los setenta se celebró la producción de los primeros 500 mil vehículos. En su 50 aniversario en México, en 1975, Ford de México produjo su vehículo número 750 mil, un Galaxie de dos puertas.
La década de los ochenta marcaría una pauta muy importante, ya que no solo se inauguraron las plantas de Chihuahua y Hermosillo, sino que la antigua planta de La Villa se conviertió temporalmente en un espacio de apoyo para personas damnificadas luego del sismo de 1985, demostrando así el compromiso y solidaridad que la compañía tiene con el país.
Finalmente, la última década del siglo trajo consigo la recomercialización de los vehículos Lincoln, expansiones en la planta de Chihuahua, los primeros automóviles Contour y Mystique que fueron exhibidos en una reunión en Los Pinos, para luego ser enviados a Estados Unidos y Canadá, el aumento de la capacidad de producción de la planta en Hermosillo a 168 mil vehículos por año, y el nacimiento del Ford Fiesta.
“Hace 117 años, Henry Ford se convirtió en “punta de lanza” de la Segunda Revolución Industrial. Hoy, Ford lo hace de nuevo con la Cuarta Revolución Industrial al digitalizar todos los procesos de manufactura con la tecnología más avanzada”, comentó Enrique Araiza, director de manufactura de Ford de México. “Nuestra estrategia está fundamentada en pilares que nos permiten implementar en las plantas prácticamente todas las tecnologías relacionadas con manufactura 4.0. Es un orgullo que México siempre sea de las localidades más proactivas en la implementación de estas tecnologías, soportadas por el éxito donde sobresalen mejoras en eficiencia, productividad y seguridad que benefician a la organización”.
El nuevo milenio
La globalización ha traído varios retos, pero sobre todo muchas oportunidades para que la industria evolucione de la mano de la tecnología. Es por eso que en Ford creen que la innovación es el pilar que los lleva a diseñar las nuevas soluciones de movilidad a través del siguiente paso de sus productos, ofreciendo grandes cambios pensados en las necesidades reales de sus clientes:
Vehículos eléctricos y energías renovables: El paso que los acerca al futuro. Cuando hablan sobre el cuidado del medio ambiente, no les queda más tiempo para el debate, solo acciones. Como parte de su estrategia, desde hace varios años, Ford ha implementado el desarrollo de tecnologías de propulsión más limpias dentro de una transición gradual.
En la actualidad no solo desarrollan el primer automóvil eléctrico hecho 100% en México, sino que desde hace varios años han enfocado sus procesos a una producción más sustentable que reduzca la huella de carbono, el uso de energías limpias en las instalaciones, la producción de algunos componentes para los vehículos hechos de materiales reciclados de primera calidad, entre otras acciones orientadas al cuidado del ambiente.
El plan de electrificación de Ford tiene como objetivo el desarrollo de 40 vehículos eléctricos, híbridos e híbridos conectables dentro de nuestro portafolio para 2022.
Un lenguaje universal: La autonomía de los vehículos y su integración como tecnologías comunes es un reto que involucra a la industria, sociedad, infraestructura de las ciudades y gobiernos. Gran
parte de la tecnología necesaria para los vehículos de conducción automática ya existe en la actualidad, pero no es posible implementarla sin entender cómo transformará la vida de las personas.
A medida que el desarrollo de vehículos autónomos se acelera, Ford ha integrado a un equipo de expertos en el desarrollo de software, simulación y machine learning alrededor del mundo, fortaleciendo así su unidad de negocio de vehículos autónomos.
Micromovilidad: En Ford creen que la libertad de movimiento impulsa el progreso de la humanidad. Este pensamiento les ha llevado a no sólo ofrecer vehículos, sino que son participantes activos en el desarrollo de las nuevas soluciones, lo que permite una comprensión más profunda de las necesidades de los consumidores y las ciudades al impulsar proyectos que ayuden a las personas en la última milla de su recorrido.
“Después de 95 años que nos llenan de orgullo es evidente hoy más que nunca, que no podemos dejar de ver hacia el futuro, trabajar para que las ciudades sean inteligentes y los vehículos nos puedan llevar con toda la seguridad de manera autónoma, haciéndolas más fáciles de transitar y de vivir en ellas, con ambientes más limpios, así como una sinergia entre conductores, autos, ciclistas y peatones.” dijo Héctor Pérez, CEO y director de Ford de México.
“Es gracias al talento de todos los colaboradores, los actuales y los que nos anteceden, así como el apoyo de sus familias, clientes y aliados de negocio que hoy podamos ver con orgullo al pasado y pensar con entusiasmo en el futuro”.
Estos 95 años les han mostrado que la fuerza y motor de México está en su gente. «La pasión es la que nos impulsa a avanzar con México y hoy comprobamos que cuando todo se detiene lo único que queda es seguir avanzando».
Han pasado miles de eventos en México en el último siglo, pero una cosa es segura, en la mayoría de ellos, algún vehiculo Ford ha sido mudo testigo, y en algunos casos, pieza clave.
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