La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que para llamar a un caso pandemia, el brote debe afectar a más de un continente y los casos de cada país dejan de ser importados para transmitirse entre la comunidad que interactúa normalmente.
El COVID-19 ha multiplicado por 13 el número de casos fuera de China y se han triplicado los países afectados. No obstante, el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha aclarado que “es una palabra que, si se usa incorrectamente, puede causar miedo irrazonable o una aceptación injustificada de que la lucha ha terminado”.
La Organización hace énfasis en que los países deben aplicar medidas de prevención para evitar que los brotes sean todavía mayores.
De hecho, “ante las pocas medidas realizadas por el gobierno mexicano, la OMS instó a las autoridades de nuestro país para buscar romper la cadena de transmisión, de este modo, podría evitarse que el virus viaje de una persona a otra. Es necesario aislar casos, evitar que se propague y rastrear casos; en las compañías debe hacerse lo mismo, explica Rodrigo Alonso, empresario, coach, socio fundador de la empresa Impel, una empresa internacional que ofrece soluciones integrales en el recurso humano.
El COVID-19 no sólo afectará la salud de la población mundial, sino que está afectando la economía, ya que ha cambiado al mundo en pocos meses y lo seguirá haciendo hasta que la población mundial encuentre cómo adaptarse a la nueva realidad que impone.
“El COVID-19 ha generado pánico en los mercados, cierre de negocios, cancelación de eventos deportivos y sociales. Lo que ha generado pérdidas millonarias para muchos sectores. Es momento que los líderes de empresas, emprendedores y empresarios comiencen a reestructurar el modelo de negocio de sus empresas. Hay que ser creativos y encontrar las oportunidades ante esta situación en la que estamos viviendo. En todas las crisis hay oportunidades”, explica Alonso.
La mayoría de las empresas ya están organizado el trabajo en casa -home office-, otras lo harán en breve para contribuir a disminuir el contagio en la población, pero todo ello sin dejar de laborar. Existen puestos y negocios que pueden ser controlados a distancia, mediante la propia intranet o internet.
“Los verdaderos líderes de empresas y negocios debe ser ejemplo para su equipo de trabajo. Si el modelo de negocio da para hacer el trabajo en casa, por la interconexión que proporciona la vida moderna, es razón más que suficiente para no salir afectado por la coyuntura, y sí demostrar empatía y solidaridad con sus empleados y la salud de sus familias al no exponerlos a contagios que se pueden prevenir”, explica Rodrigo Alonso.
Los líderes y personas que tengan que ejecutar su trabajo físicamente deberán actuar con absoluta responsabilidad y mantener la seguridad en el lugar de trabajo al seguir las recomendaciones del personal de salud. Estas acciones reducen la inestabilidad e inseguridad del equipo de trabajo y colaboradores.
“Así como el COVID-19 es altamente contagioso es mucho más contagiosa la actitud y emocionalidad en el área de trabajo. En tiempos de crisis, el carácter y personalidad de un líder debe salir a flote y comunicar mediante soluciones. Mostrar liderazgo y no caer en pánico son caminos para evitar una crisis interna”, comenta el experto en soluciones de recurso humano.
“Es importante que los líderes puedan enviar un mensaje al equipo de trabajo que pueda generar confianza y seguridad, en donde se comunique que se seguirá trabajando desde casa o con los cuidados pertinentes, con la seguridad de que son tiempos difíciles pero todo pasará. Bien se dice que ‘un buen capitán se hace en las tormentas’ y hoy hay un gran reto para solucionar”, finaliza Rodrigo Alonso.
*Rodrigo Alonso, director general de Grupo Impel es business mentor y business coach, certificado por la Coaching Community Londres y la Asociación Mexicana de Coaching. Impel tiene más de 20 años ofreciendo servicios de capacitación y consultoría a ejecutivos, empresarios, emprendedores, psicólogos y terapeutas.
