Hay autos que se manejan, y hay autos que se admiran como si fueran esculturas. El nuevo Batur Black Rose de Bentley pertenece a la segunda categoría. Es un ejemplar único, diseñado con una precisión casi obsesiva por los detalles, que no solo redefine el concepto de exclusividad dentro de la industria automotriz, sino que también eleva la conversación sobre lo que realmente significa el lujo.
Presentado como una versión completamente única del ya exclusivo Batur, el Black Rose ha sido concebido por la división Mulliner de Bentley, la encargada de cumplir los sueños más ambiciosos de sus clientes más exigentes. Solo existen 18 unidades del Batur, cada una diseñada en colaboración con su respectivo propietario. Pero este modelo en particular va un paso más allá. Su nombre, La Rosa Negra, no es casualidad: representa una mezcla perfecta entre poder, elegancia y provocación.
La carrocería es simplemente hipnotizante. La parte inferior está recubierta con un tono negro metalizado, mientras que la parte superior brilla con un acabado Beluga impecable. Pero lo que realmente roba la atención es la inclusión de detalles en Oro Rosa Satinado, una elección que no es simplemente estética, sino profundamente simbólica: lujo que no necesita gritar, porque sabe que todos voltearán a verlo.
Ese oro rosa aparece estratégicamente en los bordes de la parrilla, las tomas de aire, el capó, los retrovisores y los faldones laterales, generando un contraste exquisito con el cuerpo oscuro del vehículo. Incluso las llantas de 22 pulgadas, terminadas en negro brillante, llevan sutiles acentos dorados que terminan de sellar la personalidad visual del auto.
Pero lo más impresionante está en el interior: 210 gramos de oro rosa macizo de 18 quilates, aplicados con tecnología de impresión 3D, una técnica nunca antes utilizada en un automóvil. Este material tan poco común en la industria se encuentra presente en el volante, el tablero y el selector de modos de conducción. Todo ha sido pensado para envolver al conductor en una atmósfera de exclusividad total.
El habitáculo también presume otros materiales de primer nivel como cuero Beluga, tweed gris carbón y molduras negras metalizadas, en una paleta sobria pero sumamente sofisticada. Todo se combina para crear una experiencia sensorial única, más cercana al lujo artesanal que a la producción industrial.
Aunque Bentley no ha revelado detalles mecánicos en esta edición, todo indica que mantiene el legendario motor W12 biturbo de 6.0 litros, con 730 caballos de fuerza y 737 lb-ft de par. Esta joya mecánica permite acelerar de 0 a 100 km/h en solo 3.3 segundos, con una velocidad máxima de 336 km/h. Una despedida majestuosa para un motor que está a punto de ser retirado, cerrando un ciclo dorado en la historia de la marca.
Lamentablemente, este Bentley no estará disponible para nadie más. El Black Rose es un one-off, una pieza única e irrepetible. Si llegara a aparecer en el mercado de segunda mano, su precio base de 2.1 millones de dólaresprobablemente se dispararía mucho más allá. Es una joya reservada para coleccionistas de buen gusto, que entienden que la exclusividad no se compra, se manda a hacer.
Lo que Bentley ha hecho con el Batur Black Rose no es solo construir un automóvil, es contar una historia. Una historia de elegancia silenciosa, de poder contenido y de arte en movimiento. En un mundo donde todo se replica, lo que no se puede copiar tiene un valor incalculable. Este auto no es para quien quiere ser visto; es para quien ya sabe quién es. Y ese, sin duda, es el verdadero lujo.