Fotos: Unsplash
El Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) entró en vigor el 1 de julio. Sin embargo, se necesitan acciones concretas en medio de la pandemia del coronavirus, ya que los resultados no se darán en automático.
Debe existir coordinación con el sector empresarial
Se requiere, por lo menos, que el gobierno federal trabaje de forma coordinada con el sector empresarial del país y ofrezca mejoras significativas en la logística en el transporte de insumos y productos finales.
También debe ofrecer disponibilidad de gas natural a precios competitivos en todo el territorio, estado de derecho sólido y seguridad pública que evite el robo de mercancías.
En ese sentido, se requiere un compromiso sobre ello por parte del Gobierno Federal y evitar en la medida de lo posible acciones que no favorezcan el ambiente de negocios o que generen incertidumbre entre los inversionistas.
Deben aprovechar los capítulos novedosos
Adicionalmente, conviene recordar que el T-MEC, así como lo fue en su momento el TLCAN, no es la panacea que solucionará todos los problemas económicos del país.
No todas las baterías y esperanzas de mejora debieran estar puestas en un sólo instrumento.
Por otro lado, la mayor diferencia (y ganancia) que se tendrá con el T-MEC son los capítulos novedosos y que no existieron en el acuerdo de 1994, como el comercio electrónico (actualmente tan relevante con el tema de la pandemia del COVID-19).
Así como el sector de telecomunicaciones, mejores prácticas en propiedad intelectual, aduanas, temas laborales y ambientales.
Deben incentivar la inversión nacional y extranjera
Asimismo, los cambios mencionados en las reglas de origen funcionarán inicialmente como restricciones de producción e inversión en México.
Esto porque el nuevo acuerdo fomenta el uso de acero y aluminio de EUA en la manufacturara (sobre todo el sector automotriz), generando un incentivo a las empresas a producir equipo de transporte en EUA.
Inicialmente, el nuevo esquema de reglas de origen hace menos competitiva la inversión en México (y por ende menos competitiva a toda la región de América del Norte).
Además, las nuevas disciplinas en el ámbito laboral y su mecanismo para solución de controversias también podrían contribuir a desincentivar la inversión en México, ya que puede iniciarse una controversia de forma arbitraria, afectando los flujos comerciales en lo que se resuelve la validez o no de la acusación.
Deben ejecutar políticas públicas
Dado estos elementos, es imperativo que al mismo tiempo de la entrada en vigor del T-MEC, el gobierno federal implemente y refuerce políticas efectivas de promoción y atracción de inversión nacional y extranjera.
Acciones de política pública tanto Federal como Estatal serán muy importantes para que el nuevo marco legal no afecte al sector automotriz, el más exitoso en el proceso de integración en la región.
Empíricamente, la evidencia muestra que a nivel global aquellos sectores con cumplimientos de origen más estrictos, son los que en el mediano y largo plazo en promedio perdieron peso o importancia en los flujos comerciales bilaterales o regionales.
En el caso particular del TLCAN, se puede evidenciar en sectores como el marítimo, textil, confección y calzado.
Deben potenciar nuevas regiones
A su vez, es muy buen momento para explorar cómo incorporar o potenciar otros sectores y regiones que no han visto las bondades del comercio exterior.
Por ejemplo, regiones del Sur en las que se podrían desarrollar condiciones de proveeduría para sectores como el automotriz, electrónico, textil, agroindustrial, entre otros.
Con información de CI Banco
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR:
INICIA EL T-MEC, UN HISTÓRICO TRATADO ENTRE MÉXICO, ESTADOS UNIDOS Y CANADÁ
BANCOS EXTIENDEN POR UN MES MÁS EL PLAZO DE PAGOS EN CRÉDITOS