Cuando se habla de automóviles que trascienden lo convencional, Bentley siempre tiene algo que decir. La firma británica, sinónimo de elegancia y lujo desde hace más de un siglo, ha presentado el Batur Convertible, un modelo que no solo consolida el linaje de la serie Coachbuilt de Mulliner, sino que también redefine lo que significa viajar en un gran turismo exclusivo.
Este vehículo es mucho más que un convertible: es un manifiesto rodante sobre diseño, poder y diferenciación. Bentley ha logrado convertir al Batur Convertible en una experiencia sensorial, donde cada detalle cuenta y cada elemento responde a un propósito.
Un diseño exterior que cautiva
El Batur Convertible se presenta con una presencia imponente desde el primer vistazo. La carrocería, en tono Opalite con detalles en negro Beluga y acentos en Mandarín, resalta la tensión entre lo deportivo y lo sofisticado. No es un auto que busca pasar desapercibido, sino uno que exige ser contemplado.
La parrilla negra brillante, sus rines de cinco radios con acabados a contraste y la línea fluida de su silueta proyectan movimiento incluso cuando el auto está detenido. Todo en él comunica exclusividad, desde la firma luminosa hasta el capó que alberga un corazón mecánico legendario.
El concepto “One plus One”
Donde Bentley verdaderamente rompe esquemas es en el interior. La marca ha decidido que conductor y copiloto vivan dos mundos distintos, unidos en un mismo espacio. El diseño “One plus One” marca una clara diferencia:
- El lado del conductor está dominado por tonos Beluga, oscuros y envolventes, que transmiten control y concentración.
- El lado del pasajero se abre en tonos Linen, claros y relajados, ideales para disfrutar del viaje desde una perspectiva contemplativa.
Ambos espacios se enlazan con finas pinceladas en color Mandarín que recorren tablero, consola y molduras, creando una continuidad visual que simboliza la unión de dos experiencias complementarias.
No es solo lujo: es narrativa. Un lenguaje estético que habla de dualidad, de contrastes y de la capacidad de un automóvil de contar una historia desde dentro.
Un nivel de personalización sin precedentes
El Batur Convertible representa la máxima expresión de lo que Bentley ofrece en personalización. Cada superficie interior refleja precisión, sofisticación y atención al detalle. El tablero combina acabados en negro satinado con toques brillantes; el volante mezcla tres colores distintos en sus costuras, y los mandos de control están elaborados con materiales de alto nivel como el titanio.
Incluso el equipaje diseñado para acompañar al vehículo refleja esta visión exclusiva: tonos Beluga para el conductor, Linen para el pasajero. Aquí, el lujo no se limita al auto, se extiende a la experiencia completa de viaje.
Los clientes no solo adquieren un automóvil, sino la posibilidad de crear una pieza única en el mundo. Bentley, a través de Mulliner, ofrece un proceso de co-creación en el que cada comprador puede elegir colores, materiales y combinaciones hasta conseguir un resultado totalmente personal. En otras palabras: cada Batur Convertible es irrepetible.
El rugido del W12
Más allá del diseño, lo que convierte a este modelo en un ícono es su motor. Bajo el capó descansa el legendario W12 biturbo de 6.0 litros, llevado a su máxima expresión con alrededor de 740 caballos de fuerza. Es el motor más potente jamás instalado en un convertible de la marca, y al mismo tiempo, uno de los últimos, pues Bentley se encamina hacia una nueva era electrificada.
Esto convierte al Batur Convertible en un homenaje al pasado y una celebración del presente: un tributo a la ingeniería tradicional en su versión más refinada antes de que la electrificación cambie por completo las reglas del juego.
Exclusividad limitada
Como era de esperarse, su producción será mínima. Solo 16 unidades numeradas verán la luz, lo que garantiza que se convierta en objeto de deseo para coleccionistas y entusiastas del motor alrededor del mundo. Su primera aparición pública se dio en el Festival de la Velocidad de Goodwood.
El Bentley Batur Convertible es mucho más que un auto de lujo: es un símbolo de estatus y de visión. No busca complacer a todos, sino hablarle a un público selecto que entiende que la exclusividad está en los detalles.
Lo que más me llama la atención es el concepto dual “One plus One”. Bentley no solo ofrece potencia y diseño, sino también una manera distinta de viajar: conductor y pasajero experimentan mundos distintos, pero conectados. Es una metáfora elegante sobre la convivencia de perspectivas, algo que pocas marcas se atreven a explorar.
En mi opinión, este Batur Convertible es uno de esos autos que marcan época. No tanto por la potencia de su W12 —que es brutal—, sino porque representa un estilo de vida donde cada elemento ha sido pensado para reflejar personalidad, distinción y grandeza.