El mundo de la relojería de lujo pocas veces se detiene, y cuando una marca como Omega decide reinterpretar uno de sus íconos, la industria presta atención. Esta temporada, la casa suiza presenta una nueva versión de su famoso Seamaster Diver 300M, un reloj que ha acompañado a exploradores, deportistas y coleccionistas durante más de tres décadas, ahora con un giro visual que irradia energía: un vibrante tono naranja que llega para marcar estilo y reforzar su carácter deportivo.
El Diver 300M: más que un reloj, una herramienta profesional
Desde su lanzamiento en 1993, el Omega Seamaster Diver 300M ha sido sinónimo de resistencia, precisión y diseño atemporal. Su silueta es fácilmente reconocible por la válvula de escape de helio ubicada a las 10 horas, un elemento que no solo es estético, sino funcional para los buceadores profesionales que trabajan en condiciones de saturación. La caja de 42 mm en acero inoxidable, su bisel giratorio unidireccional y su hermeticidad de hasta 300 metros lo convierten en un verdadero instrumento de trabajo bajo el mar.
En esta nueva edición, Omega conserva todos esos elementos técnicos que lo han hecho legendario, pero añade un lenguaje visual distinto: un bisel y detalles en color naranja que, además de mejorar la legibilidad, le aportan una identidad única y refrescante.
Un diseño pensado para brillar dentro y fuera del agua
El naranja no es un color nuevo para Omega. Durante más de veinte años, la marca lo ha utilizado estratégicamente en modelos profesionales, ya que es uno de los tonos más visibles bajo el agua. Sin embargo, esta es la primera vez que ese color llega al Diver 300M en una ejecución tan protagónica.
La esfera negra de aluminio anodizado se convierte en el lienzo perfecto para que los toques naranjas destaquen en las agujas, los marcadores de los cuartos y el logotipo “Seamaster”. Los índices aplicados y las agujas están revestidos con Super-LumiNova blanca que brilla en azul en condiciones de baja luz, asegurando una legibilidad impecable de día y de noche.
El bisel, también en aluminio anodizado, ha sido tratado para ofrecer mayor resistencia a los arañazos y al desgaste, mientras que la escala de buceo presenta un contraste perfecto gracias a la combinación de negro y naranja.
Dos versiones para distintos estilos
Omega entiende que sus clientes no son todos iguales, y por eso ofrece esta nueva versión del Diver 300M en dos configuraciones:
- Brazalete de malla en acero inoxidable: una opción elegante y resistente, perfecta para quienes buscan versatilidad y durabilidad.
- Correa de caucho naranja: más deportiva y llamativa, ideal para quienes quieren destacar su reloj como un accesorio de personalidad fuerte, especialmente en entornos veraniegos o informales.
Ambas versiones cuentan con cierre desplegable seguro y acabados de alto nivel, como es característico en la marca.
El corazón del reloj: precisión suiza certificada
En su interior late el calibre Omega Co-Axial Master Chronometer 8806, visible a través del fondo de caja transparente de zafiro. Este movimiento no solo cuenta con la certificación COSC (Control Oficial Suizo de Cronómetros), sino también con la exigente certificación METAS (Instituto Federal Suizo de Metrología), que garantiza resistencia a campos magnéticos de hasta 15,000 gauss, precisión cronométrica y fiabilidad absoluta.
Este calibre automático ofrece una reserva de marcha de 55 horas y utiliza la tecnología Co-Axial exclusiva de Omega, que reduce la fricción y prolonga la vida útil del mecanismo.
Una pieza con alma de coleccionista
Esta edición del Seamaster Diver 300M no es solo un reloj para buceo, es también una declaración de estilo. Su combinación de colores lo convierte en una pieza versátil que puede acompañar desde una sesión de snorkel en aguas tropicales hasta una cena elegante en un resort de lujo.
Omega ha logrado lo que pocos consiguen: refrescar un diseño icónico sin traicionar su ADN. El resultado es un reloj que respira verano, aventura y sofisticación.
Como relojero, considero que esta versión es una de las ejecuciones cromáticas más acertadas del Diver 300M en los últimos años. El naranja no solo es funcional, sino que inyecta personalidad a un modelo que ya era un referente. La elección de mantener el diseño clásico, pero con un acento moderno y llamativo, lo convierte en una pieza que atraerá tanto a coleccionistas experimentados como a nuevos entusiastas. Es un reloj que se disfruta tanto por su ingeniería como por su estética, y que sin duda se convertirá en un futuro clásico de verano.