Ya el nombre es de por sí música. El Manero Minute Repeater Symphony Triple Peripheral es un tributo a la innovación técnica, la tradición relojera suiza y la excelencia artística. Es el reloj más extraordinario creado por Carl F. Bucherer en su larga e impactante historia iniciada en 1888.
Este cronómetro con certificación COSC lleva la tecnología periférica allí donde ninguna otra marca relojera había llegado hasta hoy; ¡sus tres elementos de movimiento periférico –el rotor, el regulador y el destacado tourbillon que parece flotar en el aire– han sido desarrollados internamente en Carl F. Bucherer según patentes en propiedad!
El Manero Minute Repeater Symphony utiliza un movimiento MR3000 de la manufactura que no solo tiene un sistema de cuerda periférica y tourbillon flotante en suspensión periférica, sino que exhibe también la que podría considerarse la complicación más sofisticada del arte relojero: un repetidor de minutos con regulador montado periféricamente.
Este regulador, junto con el sistema de cuerda periférica y el tourbillon flotante, son innovaciones de la tecnología periférica patentadas por Carl F. Bucherer que, combinadas, crean una verdadera sinfonía relojera, hasta el punto de que su composición ha inspirado a la Orquesta del Festival de Lucerna un homenaje en forma de una nueva y brillante pieza. Ambas obras maestras –la sinfonía musical y la sinfonía relojera– se estrenaron durante la feria Watches & Wonders 2021.
Sascha Moeri, CEO de Carl F. Bucherer, subraya cómo la Orquesta del Festival de Lucerna y el Manero Minute Repeater Symphony forman una pareja ideal: “La palabra ‘Symphony’ que aparece en el nombre de nuestro reloj expresa la complejidad armónica y la delicada interacción entre elementos distintos, cualidades que el reloj comparte con la Orquesta. Su nueva y asombrosa pieza musical y nuestro reloj hacen una pareja perfecta. Tienen en común el compromiso con la perfección artística y la dedicación a la maestría técnica”.
El calibre MR3000 de la manufactura: nuevos estándares
El MR3000 de Carl F. Bucherer establece estándares nuevos en el campo de la tecnología periférica. Por vez primera, el rotor periférico de la marca aparece ahora no solo en combinación con un tourbillon en suspensión periférica –y, por tanto, flotante–, sino también con el regulador, montado periféricamente, de un mecanismo repetidor de minutos.
De esta manera, la casa relojera de Lucerna no solo demuestra un nivel insuperable de manufactura experta, sino que también patentiza aún más su liderazgo en el campo de la tecnología periférica.
Sascha Moeri enfatiza la importancia que tienen para la marca sus logros en tecnología periférica: “Claramente, nuestros avances en tecnología periférica son ahora nuestro buque insignia. Inscribir nuestra patente para el sistema de cuerda periférica allá por 2008 fue la chispa que encendió esta pasión cuyo resultado definitivo es la creación de este nuevo reloj. Estamos orgullosos de lo logrado y nos ilusiona compartirlo con el mundo”.
Tecnología periférica patentada: el principio rector de Carl F. Bucherer
Los dispositivos periféricos, usados hasta tres veces en el MR3000, se encuentran entre los principios rectores innegables de Carl F. Bucherer. Hicieron su aparición con el rotor periférico que la marca patentó en 2008, cuando un calibre de la manufactura propia se convirtió en el primer movimiento de la historia que permitió implementar con éxito el mecanismo en la producción en serie.
No es solo que el movimiento bidireccional con cuerda automática tomase su energía de una pesa oscilante giratoria, sino que el estilizado rotor manifiesta también toda la belleza del movimiento. Con el movimiento T3000, que hizo su debut en 2018, la manufactura se afianzaba en su posición líder en tecnología periférica al combinar la cuerda periférica con otra patente pionera de Carl. F. Bucherer: un tourbillon transparente que parece flotar, montado en posición periférica.
En el corazón del Manero Minute Repeater Symphony Triple Peripheral latía el MR3000, un elaboradísimo movimiento de la manufactura y también cronómetro con certificación COSC, con reserva de marcha 65 horas, que abría una nueva y emocionante era de la tecnología periférica.
Repetidor de minutos con regulador montado periféricamente
Con su sofisticado mecanismo de golpeo, los relojes con repetidor se encuentran entre las complicaciones más admiradas de todo el arte relojero. Sus rasgos acústicos dan al tiempo una dimensión sensible.
El Manero Minute Repeater Symphony retoma la técnica clásica del repetidor de minutos añadiéndole un uso innovador al más puro estilo Carl F. Bucherer.
Su mecanismo está orquestado delicadamente para producir dos sonidos diferentes en dos gongs que, en compañía de los macillos esculpidos, puede contemplarse –algo enormemente inusual– a través de recortes en el borde de la esfera. La visualización se complementa con aperturas a las 5 y las 7 horas que permiten observar la labor de los macillos. Una ventana situada encima de las 6 horas muestra el innovador regulador que marca el repique de las campanadas. El regulador, patentado, está montado en posición periférica mediante tres rodamientos de bolas cerámicos de baja fricción.
En cualquier caso, el repetidor de minutos de Carl F. Bucherer destaca no solo por su tecnología sobresaliente, sino también por una funcionalidad genuina. Un mecanismo protector instalado en el movimiento sirve para prevenir usos inadecuados por distracción: visible a través de la discreta pantalla situada en las 9 horas, el dispositivo indica en qué estado se encuentra el reloj, mediante un punto azul para advertir de que la corona está sacada y mediante una nota musical para que el usuario sepa que el repetidor se encuentra activado.
Otra medida más de seguridad garantiza la protección del reloj: no es posible sacar la corona cuando el mecanismo del repetidor está en funcionamiento, pues queda bloqueada. Y, viceversa, el mecanismo del repetidor se bloquea si la corona está sacada.
El tourbillon con montaje periférico
El tourbillon –la complicación clásica diseñada originalmente por Abraham-Louis Breguet en el siglo XVIII para contrarrestar los efectos de la gravedad en la precisión de los relojes– es otra expresión sublime del arte y la maestría relojeros. Y los artesanos relojeros de Carl F. Bucherer han conseguido que la cumbre de su maestría flote además en el aire: la jaula del tourbillon de minutos se sostiene en posición periférica –invisible para el observador– en tres rodamientos de bolas. Dichos rodamientos de bolas cerámicos y sin fricción aseguran la estabilidad y una guía precisa.
Se trata de otro agudo hallazgo técnico cuya patente detenta también Carl F. Bucherer. En el Manero Minute Repeater Symphony Triple Peripheral, el tourbillon, exhibido con orgullo a las 12 horas, no solo «flota», sino que también se detiene cuando se le manda: gracias a la función de segundos de parada, la jaula giratoria se bloquea si la corona está sacada, permitiendo fijar la hora al segundo.
Manero Minute Repeater Symphony: la belleza está en los detalles
Con la complejidad tan pasmosa del interior del Manero Symphony Triple Peripheral, su exterior, por el contrario, es diáfano y estructurado: este reloj de elegancia clásica va alojado en una caja con diámetro 43,8 mm en oro rosa de 18k, con asas al descubierto y con curvatura manual cuyo seductor trazado bordea la silueta de la muñeca.
Con su perfil radial, estos salientes reducen la masa de la caja, amplificando así el melodioso sonido del reloj. La esfera, en oro blanco de 18k, está galvanizada a mano y ofrece una textura finamente granulada. En los índices horarios y las manecillas, en oro rosa de 18k, reverbera la tonalidad cálida de la caja.
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Las personas conocedoras de la relojería sofisticada sabrán apreciar el laborioso acabado: biselados esmeradamente achaflanados al diamante y con pulido intenso, corona pulida con chorro de arena, bordes y ventanas de la esfera con curvatura manual, el rayado “Côtes de Genève”, los puentes biselados al diamante que es posible contemplar a través del cristal de zafiro del fondo de la caja.
La numeración individual del modelo, limitado a 88 ejemplares, aparece grabada a mano en una plaquita en oro de 18k situada en la esfera a las 6 horas. El reloj se presenta en correa de piel de aligátor pespunteada a mano, con tamaño personalizado terminado a mano en cada caso. La correa se cierra firmemente mediante cierre desplegable en oro rosa de 18k.
Un Carl F. Bucherer personalizado: el reloj tan irrepetible como la persona que lo lleva
Para quienes deseen acentuar el carácter irrepetible de esta obra maestra en edición limitada y crear su propia sinfonía personal, Carl F. Bucherer ofrece opciones adicionales de personalización. El cliente tiene así la oportunidad de elegir entre diseños y acabados diferentes para crear un reloj tan irrepetible como él o ella.
Acompañado de resonador… ¡para compartir la música!
En el interior de su lujoso estuche, el Manero Minute Repeater Symphony va acompañado por un asombroso resonador, especialmente diseñado para que el dueño o la dueña de este destacado reloj pueda compartir con otras personas su música irrepetible. Este ingenioso sistema de amplificación está confeccionado esmeradamente con pícea de los bosques del Jura suizo.
Esta pícea, apreciada durante mucho tiempo por su calidad sonora, forma parte de las tapas de guitarras, violines y otros instrumentos de cuerda que están entre los mejores del mundo. Este infrecuente sistema de amplificación duplica el volumen de la repetición de minutos del Symphony, posibilitando así que puedan disfrutar el sonido otras personas.
Una sinfónica para el Symphony: Carl F. Bucherer y la Orquesta del Festival de Lucerna
La célebre Orquesta del Festival de Lucerna y Carl F. Bucherer no solo comparten ciudad natal, sino también una larga historia y una trayectoria en pos de la excelencia. El Manero Minute Repeater Symphony Triple Peripheral ha servido para que hoy se reúnan ambas prestigiosas entidades nacidas en Lucerna: inspirándose en el sonido inconfundible del repetidor de minutos, la joven compositora sueca Lisa Streich ha escrito la pieza PERIPHERY por encargo del Festival de Lucerna, que la estrenó este año en la renovadora edición de la feria Watches & Wonders junto con el reloj que la sirvió de inspiración. Además del exclusivo mecanismo de golpeo del reloj, sus tres elementos periféricos protagonizan también esta enigmática composición musical.
En su inspirada obra, Lisa Streich recoge elementos esenciales del diseño del reloj y les da voz por espacio de dos minutos y 30 segundos. El Manero Symphony se caracteriza por su repetidor de minutos y su triple tecnología periférica, componentes todos ellos que aparecen representados musicalmente mediante una imaginativa combinación de instrumentos y técnicas. Por ejemplo, el dispositivo de movilidad extrema que genera los toques del repetidor –su regulador, montado en posición periférica– se encarna musicalmente en los golpes que da y recibe un triángulo colocado verticalmente en un timbal.
Para expresar la complejidad del rotor periférico se recurre a combinar los sonidos de un arco de violín desplazado a lo largo de las cuerdas, sonidos respiratorios extraídos de la sección de viento y la estrafalaria música de un instrumento denominado “zumbador”. El tourbillon flotante y su delicada caja encuentran su contrapunto en la sección de metales, cuyos músicos golpean la boca de sus instrumentos con un lápiz para dar la entrada al movimiento de frotación en las cuerdas.
En ese momento, la trompeta pregunta a las cuerdas agudas y el trombón a las graves; la exquisita coreografía de las manos es recreada con un característico tic-tac, tic-tac…
Carl F. Bucherer Manero Minute Repeater Symphony Triple Peripheral: el establecimiento de un estándar
Con su Manero Minute Repeater Symphony Triple Peripheral, Carl F. Bucherer deja establecidas sin discusión nuevas referencias para el sector relojero suizo. La marca, desde 1888 en manos de su familia fundadora, conserva su decidida independencia y ha vuelto a asegurarse su lugar entre las manufacturas genuinas al ratificar el liderazgo en tecnologías periféricas del que disfrutaba ya desde 2008.
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