Si bien es cierto que la tecnología impulsa una revolución digital, actualmente nos encontramos sumergidos en una renovación constante y un cambio organizacional en el cual las personas, los procedimientos y el modelo de negocio se reinventa.
La era digital se adapta a las nuevas necesidades y ofrece diversas oportunidades para generar valor, ha traído consigo grandes cambios en la forma de trabajar y nutre las habilidades que un negocio puede tener.
El uso de herramientas móviles, sociales y analíticas ha impregnado todos los espacios tanto públicos como privados, una empresa requiere profesionales con capacidades digitales para sacarle provecho a las oportunidades estratégicas ofrecidas por la transformación digital y de las cuales dependerá, en buena medida, el éxito de la organización.
Las empresas necesitan que sus empleados estén fuertemente comprometidos y alineados con la nueva cultura organizacional, son cinco áreas las que traemos para ti y te mantengas vigente en lo laboral y sobrevivás al proceso de digitalización:
1.- Aprendizaje continuo e innovación
El mundo de la tecnología y el de los contenidos digitales crecen a un ritmo exponencial, es necesario habituarse a las rutinas de cambio, participar de manera proactiva en el propio proceso de aprendizaje, vincular y gestionar redes de aprendizaje colaborativo y estar en disposición de experimentar, errar y retomar.
Aprendizaje de forma autónoma, hacer uso de Internet y de sus herramientas para identificar la información relevante y oportuna; gestionar el conocimiento adquirido; y ser muy ágil en la planificación, puesta en marcha y ejecución de mejoras a que haya lugar, en periodos cortos.
2.- Comunicación
Hiperconectividad, inmediatez y saturación de información es el ritmo habitual de lo de hoy, así que una empresa debe contar con soluciones de comunicación innovadoras y adaptadas a la era digital.
Pasar de ser un simple portavoz de la información para adquirir un rol de catalizador de los procesos de transformación, esto es para que se vea reflejada la proactividad y la capacidad de gestión.
3.- Orientación a la experiencia del usuario o cliente digital
En la actualidad, los clientes están habituados a la conveniencia, inmediatez y personalización que les ofrece el mundo digital. Y en este orden de ideas esperan lo mismo de las empresas con las que deciden interactuar.
Además, la conexión constante de los usuarios y las redes sociales les dan la posibilidad de compartir información en tiempo real acerca de los productos y servicios que han adquirido, ya sea recomendándolos o criticándolos. De esta manera, logran tener un impacto, positivo o negativo, en los mercados.
4.- Apertura y trabajo en red
Nos enfrentamos a un universo caracterizado por la producción de conocimiento constante y en el que la información, además de ser muy abundante, está en permanente cambio. La expansión de Internet, el surgimiento de nuevas tecnologías y las redes sociales no solo han favorecido la conectividad, sino también la colaboración.
5.- Visión estratégica
Nos encontramos inmersos en un proceso de transformación en el que la tecnología no solo afecta nuestros patrones de comportamiento, sino también las empresas y sus respectivos modelos de negocio orientado y organizado hacía el éxito.
Lo cierto es que un trabajador con visión estratégica es aquel que ha logrado adquirir conocimientos acerca de las tendencias de los fenómenos digitales y del impacto que estos pueden tener sobre el modelo de negocio de una empresa.