Columna. La mirada del espejo
Por Jackie Mortera, Life & Executive Coach
www.jackiemortera.com
Esa máquina maravillosa y perfecta con la que contamos todos es nuestro cuerpo, y nos habla no sólo a través de las palabras.
Todos los días tenemos reacciones físicas ante cualquier estímulo externo al que estamos expuestos (sudoración, palidez, rubor, temblor, escalofrío, etc.). Estas reacciones son normales y, normalmente, conocemos su origen.
¿Pero cuántas veces somatizamos las emociones a través de nuestro cuerpo y no nos damos cuenta? Podemos pasarnos de doctor en doctor buscando un nombre para nuestro padecimiento, sin pensar que es un estado emocional crónico el que nos lleva a tener demostraciones físicas del mismo, ya sea a través del dolor o la incapacidad para poder hacer algo.
Muchas veces la causa no es orgánica, y hay que ir al origen emocional que nos está causando esa somatización física de la emoción.
En diversos casos, los dolores físicos refieren a un asunto psicológico sin resolver.
Es por eso que hay que prestar atención a las emociones que tenemos (ansiedad, miedo, angustia, perdón, rencor, insatisfacción, enojo), ya que en el momento que forman parte de nuestra vida, se van reflejando en dolores físicos y enfermedades, que son provocadas por no sanar esta parte emocional.
Te presento algunos dolores que son causados por emociones no resueltas y cómo poder controlarlos:
Dolor de garganta: palabras que no han sido expresadas, tristeza profunda. Canta con alegría notas que demuestren positivismo y amor, que te devuelvan vitalidad y atrévete a expresar lo que no has dicho.
Dolor de oídos: no te sientes escuchado o no te gusta lo que escuchas a tu alrededor, y te sientes incomprendido. Para calmar ese sentimiento, escúchate a ti mismo tus logros, lo valioso que eres, lo que la gente que te quiere dice de ti, de tal forma que no hagas caso a las palabras que no suman en tu vida.
Dolor de estómago: es un estrés crónico, irritabilidad constante. Cuando esto te pase, trata de meditar, hacer ejercicio y de nutrirte adecuadamente.
Dolor de Pecho: emociones de soledad, tristeza, desamor, decepción. Aprovecha y abrázate a ti mismo, decide aceptarte y amarte cada día por lo que eres.
Dolor de espalda: refleja todo lo que cargas emocionalmente, ya sea tuyo o de los demás. Todas aquellas mochilas que no te corresponden, aprende a soltarlas y sólo quédate con tu propia historia, sin vivir en el pasado. Libérate de juicios y camina erguido.
Recuerda siempre escuchar a tu cuerpo, trabaja contigo y has una tregua para que de esa manera funciones mejor en tu interior y con los demás.
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