Texto: Ana Karen Cid
La natilla es un postre que nació en España y se ha extendido por todo el mundo. Podemos encontrarlas desde espesas, finas, calientes o frías; y de múltiples sabores, el más común es el de vainilla.
Desperté con un antojo de natilla y café, entonces pensé, porque no mezclar estos dos sabores y hacer una receta espectacular. Te invito a entrar a la cocina y que tu paladar se deleite con esta fusión. Ocuparemos un café oaxaqueño recolectado por caficultores mexicanos “Café mis raíces” que tiene un aroma a caramelo floral y productos que encuentras en tu alacena. Así que manos a la obra.
Ingredientes:
3 cucharadas de café oaxaqueño “Cafe mis raíces”
250 ml de agua
3 huevos
7 cucharadas de Maizena
8 cucharadas de azúcar
1 litro de leche
1 lata leche evaporada
1 raja de canela
1 cdita de vainilla
Canela en polvo al gusto
Elaboración
Poner a calentar en una ollita el agua, agregarle el café y dejar que hierva por 3 minutos. Retirar del fuego.
En la licuadora mezclar la leche evaporada, los huevos, la Maizena y la vainilla.
En una olla grande, poner la leche con la canela, esperar a que dé el primer hervor y bajar la lumbre.
Una vez que dio el primer hervor, agregarle toda la mezcla de la licuadora.
Comenzar a mover con un globo hasta que empiece ligeramente a espesar. Aproximadamente 10 minutos a fuego muy bajito.
Servir la natilla en copas de vidrio individuales y añadirle canela molida al gusto.
Dejar enfriar y después llevar al refri por dos horas.
Después de este tiempo, ya puedes disfrutar de este postre delicioso, ¡el café le da un toque de frescura que te encantará! Buen provecho.
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