La crisis de COVID-19 está castigando a América Latina.
Brasil ya es el segundo país del mundo con más infectados, sólo detrás de Estados Unidos.
Y las cifras suben en Perú, Chile, México y otros países, lo que aumenta la presión sobre los hospitales y las poblaciones vulnerables, tanto en zonas rurales como urbanas.
Nuevas previsiones publicadas el miércoles por la noche incluían un brusco aumento en la inseguridad alimentaria.
Mientras que en 2019 afectó a 3,4 millones de personas, el número podría ser más de cuatro veces mayor este año en una de las regiones más vulnerables del mundo.
COVID19 | 🚨 WFP estima que la población de migrantes venezolanos con inseguridad alimentaria severa en Colombia, Ecuador y Perú se duplicaría este año, alcanzando a más de 1 millón debido a la crisis provocada por la #pandemia.
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— WFP Español (@WFP_es) May 28, 2020
Un sector desesperado
Al menos 14 millones de personas podrían pasar hambre en América Latina.
Algunas de las razones son la reclusión en casa, la caída de los puestos de trabajo y las consecuencias económicas, advirtió el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas.
En toda la región ya se ve la sombra del hambre. Ciudadanos desesperados incumplen las cuarentenas para salir en busca de dinero y alimento.
O, incluso, cuelgan banderas rojas y blancas desde sus casas para pedir ayuda.
Muchos son trabajadores informales que forman una parte considerable de la fuerza de trabajo latinoamericana.
Mientras que otros entraron en la pobreza tras perder sus empleos en medio de una crisis económica histórica.
Pronóstico preocupante
Es probable que el número de personas que pasan hambre sea mayor al estimado por la ONU, que sólo contabiliza las cifras de los 11 países donde opera.
Por ejemplo, el cálculo no incluye a Venezuela, donde una de cada tres personas pasó hambre el año pasado, según el estudio de la agencia alimentaria en 2019.
El impacto de ese brusco aumento podría tener implicaciones a largo plazo, desde altos niveles de malnutrición infantil crónica a problemas de seguridad.
Muchos gobiernos y organizaciones internacionales han tomado medidas, proporcionando transferencias de efectivo y entregas de comida, pero enfrentan complicaciones logísticas y económicas.
COVID19 🚨 | Nuevas cifras de hambre para la región de América Latina y el Caribe.
Las proyecciones de inseguridad alimentaria severa de WFP se enfocan en países y subregiones donde presta asistencia técnica a los gobiernos y tiene operaciones en curso.
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