La llegada del automóvil a finales del siglo XIX marcó un parteaguas en la historia del país. Fue en 1896 cuando las familias Limantour y De Teresa trajeron los primeros autos a México, convirtiéndolos rápidamente en emblemas de modernidad y progreso bajo el régimen porfirista. Con ellos, llegó también uno de los deportes modernos más fascinantes: el automovilismo.

En 1902, un grupo de entusiastas liderado por Pablo Escandón y Julio M. Limantour convocó a fundar un club automovilista inspirado en las asociaciones de París y Nueva York. Así nació, en 1903, el Automóvil Club de México, con el objetivo de promover el sport del motor y mejorar las condiciones de caminos y carreteras. Su primera sede provisional fue en Chapultepec, en el edificio que hoy conocemos como La Casa del Lago, donde funcionó hasta su cierre definitivo en 1915.
Del turismo a la competencia
La siguiente etapa consolidó al automóvil como protagonista del turismo y la cultura visual. A medida que se modernizaba el país, las primeras revistas especializadas comenzaron a circular, capturando la atención de un público cada vez más apasionado por el motor. Estos medios prepararon el terreno para un cambio importante: la transición de las excursiones familiares a las primeras competencias deportivas.
La carrera de 1907 marcó un inicio simbólico para el automovilismo mexicano, aunque no fue sino hasta muchas décadas después que México lograría posicionarse como sede de eventos internacionales. En 1986, nuestro país fue reconocido con el premio Global a la excelencia organizativa, consolidando su lugar en el mundo del deporte motor.
En 2015, el regreso del Gran Premio de México trajo consigo una esperada renovación del Autódromo Hermanos Rodríguez, colocándolo nuevamente en el mapa del automovilismo mundial. Desde entonces, la pasión ha crecido con cada edición, y México se ha convertido en una parada obligada en el calendario de los grandes premios.
Herencia en movimiento
Este 10 de agosto de 2025, la historia se revive con el Gran Premio Histórico de la Ciudad de México, una cita que celebra no solo la herencia del automovilismo, sino su constante reinvención. Más que una competencia, este evento es un homenaje rodante a las leyendas del pasado y a la evolución del deporte motor.
El rugido de motores clásicos, el diseño atemporal de autos de colección y la emoción compartida entre generaciones hacen de esta fecha una celebración única. Es la oportunidad perfecta para reconectar con los orígenes del automovilismo y vivirlo desde un ángulo privilegiado.
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🗓 10 de agosto de 2025
📍 CDMX – Autódromo Hermanos Rodríguez
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