Xiaomi, la gigante tecnológica china conocida hasta hace poco por sus populares smartphones y dispositivos electrónicos, ha logrado lo que pocos anticipaban: convertirse en un nombre respetado dentro del mundo automotriz de alto rendimiento. Con el reciente récord logrado por su primer vehículo eléctrico, el Xiaomi SU7 Ultra, la marca ha demostrado que sus ambiciones en el sector automotriz son más que una estrategia de marketing: son una realidad cargada de innovación, potencia y un enfoque serio en la ingeniería.
Tras casi un año de anticipación y expectativas generadas por la marca, el SU7 Ultra ha hecho historia al convertirse en el vehículo de producción a batería más rápido en recorrer el legendario circuito de Nürburgring Nordschleife, conocido como el “Infierno Verde”. El sedán eléctrico de cuatro puertas marcó un impresionante tiempo de 7:04.957 minutos, batiendo el récord anterior establecido por el Rimac Nevera en 2023, que había registrado 7:05.298 minutos.
Este logro no solo eclipsa a uno de los hipercoches eléctricos más sofisticados del mundo, sino que también coloca al SU7 Ultra por delante del Porsche Taycan Turbo GT “de preserie”, que tenía la mejor marca en la categoría de sedanes eléctricos con un tiempo de 7:07.55. Superar por más de dos segundos y medio a un gigante como Porsche en su propio terreno no es poca cosa, y confirma que Xiaomi no llegó a la industria automotriz para ser un actor secundario.
El alma del SU7 Ultra: potencia e ingeniería de vanguardia
Aunque su diseño exterior puede parecer discreto o incluso genérico para algunos, la verdadera magia del SU7 Ultra está bajo su carrocería. La versión tope de gama está equipada con un sistema de propulsión de tres motores que entrega una colosal potencia de 1527 caballos de fuerza. Esta configuración, combinada con un paquete aerodinámico que genera más de 2100 kg de carga aerodinámica, convierte al vehículo en una auténtica bestia de circuito.
Sus cifras de rendimiento son igualmente impresionantes: una aceleración de 0 a 100 km/h en tan solo 2,8 segundos y una velocidad máxima de 350 km/h. Estos números lo colocan en una categoría comparable a la de muchos superdeportivos tradicionales, con la diferencia de que el SU7 Ultra es completamente eléctrico.
Es tal la potencia del modelo que Xiaomi ha declarado públicamente su intención de asegurarse de que los propietarios tengan la preparación necesaria para manejarlo en un entorno de circuito. No es un automóvil para conductores novatos, sino una herramienta de alto rendimiento diseñada para quienes entienden —y respetan— las fuerzas en juego.
El récord que se gestaba en silencio
El récord conseguido por el SU7 Ultra en Nürburgring no fue un golpe de suerte. Desde el otoño pasado, Xiaomi había comenzado a realizar pruebas del sedán en el circuito alemán, y ya en aquella etapa, un prototipo de la versión de alto rendimiento había logrado un sorprendente tiempo no oficial de 6:48.874 minutos, más de 16 segundos más rápido que la marca oficial que finalmente registró la versión de producción.
Estos resultados dejan entrever que Xiaomi tiene aún margen de mejora y que futuros desarrollos del SU7 Ultra —o de modelos venideros— podrían empujar los límites aún más. La marca parece comprometida no solo con ofrecer un producto competitivo, sino con perfeccionar su enfoque en la movilidad eléctrica de alto rendimiento.
Precio y disponibilidad
El SU7 Ultra se lanzó oficialmente a principios de este año con un precio base de 529,900 renmibis (aproximadamente 73,665 dólares). Una cifra que, si se compara con las prestaciones que ofrece, parece sorprendentemente accesible. De hecho, resulta una “ganga” en el contexto de los superdeportivos eléctricos actuales, muchos de los cuales superan con creces los seis dígitos en precio.
Sin embargo, de momento, el SU7 Ultra solo está disponible en el mercado chino. No se han anunciado fechas concretas para su llegada a otros mercados internacionales, aunque tras el récord en Nürburgring, no sería extraño que Xiaomi contemple una expansión más agresiva en el futuro cercano, especialmente en Europa y Norteamérica, donde la competencia en el segmento de EVs deportivos es feroz.
La incursión de Xiaomi en el mundo automotriz con el SU7 Ultra es una de las historias más fascinantes que hemos visto recientemente en el ámbito de la movilidad eléctrica. No solo por la capacidad técnica que la marca ha demostrado, sino por la velocidad con la que ha sido capaz de desarrollar un vehículo competitivo a nivel mundial.
Pasar de fabricar teléfonos inteligentes a competir con marcas como Porsche y Rimac en circuitos tan exigentes como Nürburgring es un salto gigantesco, que deja claro que la industria automotriz se encuentra en plena transformación. Ya no basta con décadas de experiencia en la fabricación de coches; hoy, una empresa tecnológica con los recursos y la visión adecuados puede irrumpir en la industria con propuestas igual de —o más— avanzadas.
A mi parecer, el SU7 Ultra no es solo un sedán eléctrico rápido. Es un símbolo del futuro de la movilidad: uno donde la tecnología, el software, la conectividad y la ingeniería automotriz convergen para redefinir lo que significa conducir un automóvil. Será muy interesante ver cómo evoluciona la estrategia de Xiaomi en los próximos años, y si este primer hito es solo el comienzo de su camino en el mundo de los autos de alto rendimiento.