4 relojes de lujo que todo papá quisiera recibir en el Día del Padre

junio 12, 2025

Todos estos modelos están disponibles en MLW, tu destino de confianza para relojería de lujo. Si estás buscando el regalo perfecto para el Día del Padre, aquí lo vas a encontrar.

El Día del Padre es más que una fecha en el calendario; es una oportunidad para honrar a quienes nos enseñaron el valor del tiempo, el esfuerzo y la elegancia en cada detalle de la vida. ¿Y qué mejor manera de celebrarlo que con un reloj que simbolice precisamente eso? En esta selección exclusiva te presentamos cuatro modelos que no solo son piezas de alta relojería, sino también declaraciones de gusto, sofisticación y personalidad. Desde la elegancia atemporal de Cartier hasta la deportividad de IWC, pasando por la nostalgia refinada de Longines y la distinción absoluta de Rolex, estos relojes son regalos que trascienden generaciones.

Cartier Santos Azul: el ícono reinventado

La historia del Cartier Santos se remonta a 1904, cuando Louis Cartier creó el primer reloj de pulsera moderno para su amigo, el aviador brasileño Alberto Santos-Dumont. Hoy, más de un siglo después, el Santos se reinventa sin perder su alma pionera.

La versión con carátula azul iridiscente aporta un aire contemporáneo y magnético a un diseño ya consagrado. Su caja cuadrada de acero inoxidable, las visibles cabezas de tornillo y el brazalete con sistema QuickSwitch permiten una versatilidad que pocos relojes ofrecen: pasar del acero al cuero en segundos.

Este modelo es ideal para el padre moderno, amante del diseño con historia y con una actitud elegante, sin esfuerzo. Un Cartier siempre habla por sí solo: es discreto, pero inolvidable.

IWC Pilot’s Watch Chronograph AMG Edition: adrenalina mecánica

Diseñado en colaboración con Mercedes-AMG, el IWC Pilot’s Chronograph AMG Edition es un tributo al rendimiento sin concesiones. Su caja de titanio de 43 mm aporta ligereza y resistencia, mientras que su movimiento automático calibre 69385 proporciona una fiabilidad absoluta.

La carátula negra con detalles plateados tiene una estética inspirada en el panel de instrumentos de un coche de alto rendimiento, y su correa de tela tipo racing le da un aire competitivo y urbano.

Este reloj es perfecto para el padre apasionado por los motores, el automovilismo o el diseño técnico. No es solo un cronógrafo, es un símbolo de potencia y precisión. Y en cada uno de sus pulsadores se esconde una invitación a vivir a fondo.

Longines Conquest Heritage Azul: elegancia nostálgica

Si tu padre valora la tradición, la estética clásica y el encanto de lo atemporal, el Longines Conquest Heritage con carátula azul es una opción simplemente encantadora. Esta reinterpretación de un modelo histórico de 1954 es una cápsula del tiempo que ha sido rediseñada con maestría.

Su carátula azul profundo con índices dorados evoca la elegancia de la relojería vintage, mientras que su caja de acero de 38 mm es una declaración de proporciones clásicas y refinadas. En su interior late un calibre automático moderno, pero su esencia sigue siendo románticamente analógica.

Ideal para el padre contemplativo, con gusto por la buena lectura, la música de jazz y los objetos con alma. Este Longines no necesita hablar fuerte: su belleza silenciosa es la que permanece.

Rolex GMT-Master II Oyster 40 mm en oro Everose: el lujo que lo dice todo

Y para el padre que ya lo tiene todo, solo queda una cosa: el Rolex. Pero no cualquier Rolex. El GMT-Master II en oro Everose de 40 mm es una pieza que impone respeto, despierta admiración y define un estilo de vida.

El oro Everose, aleación exclusiva de Rolex, tiene un tono cálido que evita el brillo exagerado del oro amarillo. Su bisel bicolor en cerámica negra y marrón chocolate y la función GMT lo convierten en el compañero perfecto para el padre viajero o cosmopolita. En el fondo, es un reloj que grita “éxito” sin levantar la voz.

Este modelo representa la cúspide de la relojería deportiva de lujo. Es duradero, es sofisticado, es icónico. Y sí, es un regalo para siempre.

Conclusión: más que un regalo, un legado

Elegir un reloj para el Día del Padre no es solo escoger un objeto bonito o valioso; es elegir una pieza que hable por ti. Que diga “gracias”, que diga “te admiro”, que diga “quiero que tengas esto porque te lo mereces”.

Cada uno de estos relojes tiene una personalidad diferente. El Cartier es para el elegante con estilo propio. El IWC, para el que no puede vivir sin velocidad. El Longines, para el nostálgico refinado. El Rolex, para el que llegó a donde quería llegar —y lo hizo con clase.

Como amante de la relojería, siempre he creído que regalar un reloj es regalar tiempo, pero también memoria, identidad y futuro. Es una forma silenciosa de decirle a tu padre que todo lo que te ha dado —su tiempo, su presencia, su guía— merece un símbolo igual de eterno.

Si tuviera que elegir solo uno, me quedaría con el Longines Conquest Heritage. Porque a veces, lo más valioso no es lo que brilla más, sino lo que guarda más historia. Y ese tipo de valor es el que, como padres, realmente dejamos en nuestros hijos.

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