Ángel Hidalgo, el joven golfista malagueño, se ha consagrado como uno de los nombres a seguir en el golf español tras su reciente victoria en el Open de España, disputado en el Club de Campo Villa de Madrid. Desde el inicio del torneo, Hidalgo mostró un nivel de juego excepcional, que lo posicionó como líder tras una primera jornada accidentada, donde el viento fue el gran protagonista. Con 70 golpes y -14 bajo par, el malagueño logró sobreponerse a las difíciles condiciones y colocarse en lo más alto de la tabla. No obstante, su actitud humilde quedó reflejada en sus declaraciones al término de ese primer día, cuando afirmó que todavía quedaba un mundo por jugar y que su liderato no era más que una anécdota.
El enfoque de Hidalgo a lo largo del torneo fue una muestra clara de madurez, paciencia y estrategia. Día a día, siguió construyendo su camino hacia la victoria con pasos cortos pero seguros, consciente de que en un deporte tan impredecible como el golf, cualquier error podría costarle el título. Sin embargo, su temple lo llevó a enfrentar uno de los desafíos más complicados que cualquier golfista podría imaginar: competir en los últimos 18 hoyos del domingo junto a dos grandes del golf español, Jon Rahm y David Puig. Ambos son jugadores con un historial notable, pero Hidalgo no se dejó intimidar por la presencia de Rahm, considerado uno de los mejores golfistas del mundo.
El duelo final del domingo fue un verdadero espectáculo. A pesar de un inicio lleno de nervios, en el que Hidalgo cometió tres bogeys en las seis primeras banderas, su capacidad de recuperación fue impresionante. Un birdie en el hoyo 2 le permitió mantenerse en la contienda, y los dos golpes de ventaja con los que llegó a los últimos tramos del torneo resultaron fundamentales para no despegarse de los puestos de privilegio. Desde ese momento, no volvió a cometer errores, y logró sumar tres birdies que lo colocaban en una posición favorable para alzarse con la victoria.
Pero el camino no fue fácil. Jon Rahm, conocido como «el León de Barrika», demostró una vez más por qué es uno de los referentes del golf mundial. El vizcaíno nunca dio el torneo por perdido, y cuando todo parecía estar decidido con dos golpes de ventaja para Hidalgo a falta de dos banderas, Rahm mostró su clase y forzó una muerte súbita al cerrar con dos birdies espectaculares. En ese instante, el escenario se volvía aún más dramático, y muchos daban por hecho que Rahm se llevaría su cuarto Open de España.
Sin embargo, en los momentos de máxima tensión es cuando se forjan los campeones, y Ángel Hidalgo, lejos de venirse abajo, elevó su juego a otro nivel. En la muerte súbita, el malagueño sumó dos birdies consecutivos en el hoyo 18, asegurando su primera victoria en el European Tour y grabando su nombre en los libros de historia del golf español. Un triunfo merecido que no solo refleja su calidad como golfista, sino también su capacidad para manejar la presión en los momentos más decisivos.
Por otro lado, David Puig, quien tuvo un inicio prometedor con cuatro birdies en las primeras siete banderas, se fue desinflando con el paso de los hoyos, terminando en tercer lugar con 71 golpes y -10 bajo par. A pesar de no haber podido mantener su ritmo, Puig sigue mostrando un gran potencial y se espera que siga evolucionando en el circuito. Alfredo García-Heredia también destacó con una sólida actuación, finalizando en el Top 10 con 69 golpes y -8 bajo par, acercándose a los cincuenta mejores de la orden del mérito.
La victoria de Ángel Hidalgo es un recordatorio de que en el golf, el talento y el esfuerzo siempre encuentran su recompensa, aunque a veces las estrellas del deporte sean las que acaparan toda la atención. Hidalgo, sin el peso de la fama que acompaña a jugadores como Jon Rahm, supo mantener la calma en momentos críticos y demostró que en este deporte, la fortaleza mental es tan importante como la habilidad técnica. Su victoria no solo es un logro personal, sino una muestra de que el golf español sigue en ascenso, con jóvenes talentos dispuestos a dejar su huella en el panorama internacional. Esta victoria, para Hidalgo, es solo el comienzo de lo que promete ser una carrera llena de éxitos.
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