Por: Víctor Hugo Rosales, Founder de Grupo Vylon
En los últimos años hemos visto la diversificación de instrumentos financieros que se adaptan a necesidades específicas de inversionistas o desarrolladores inmobiliarios. Dentro de esta oferta financiera se encuentra el fideicomiso de garantía.
Aunque no se trata de un producto nuevo, pues ya lleva décadas en el mercado, el fideicomiso de garantía resulta hoy un recurso conveniente dentro del sector inmobiliario, que además en México se encuentra regulado por la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, Capítulo V.
En principio, un fideicomiso se define como un contrato mediante el cual se transmite un bien, dinero o derechos, presentes o futuros, de su propiedad a otra persona, para que esta última administre o invierta los bienes en beneficio propio o en beneficio de un tercero.
Para ser más claro, en un fideicomiso de garantía el fideicomitente transmite la propiedad de bienes al fiduciario para garantizar el cumplimiento de una obligación, ya sea propia o de un tercero.
En caso de incumplimiento, el fiduciario procederá al remate en pública subasta de los bienes, ya sea bajo el procedimiento convencional que se pacte en el contrato o bien bajo el procedimiento previsto en la ley, entregando el producto del remate al fideicomisario-acreedor en pago de la obligación.
Ventajas cuando no eres dueño del terreno
Una vez hechas estas definiciones, es necesario aclarar que este producto financiero no es aplicable para todos los proyectos de desarrollo inmobiliario, pues muchos desarrolladores son dueños de los terrenos o áreas donde se construirán.
Para esta ocasión nos enfocaremos en aquellos proyectos de vivienda o casas habitación en las que no se es dueño del terreno, lo cual es el principal beneficio es sí mismo: tener la certeza de contar con el terreno y por ende poseer una base inamovible para comenzar con el desarrollo y llevarlo a cabo.
El fideicomiso de garantía es una herramienta muy útil para proteger a todas las partes involucradas: el patrimonio del fideicomitente queda blindado ante terceros, pues no se podrán realizar actos en contra del inmueble mientras este se encuentre a nombre del fiduciario. Y para la persona a la que se le garantizarán las obligaciones también, ya que podrá ejecutarlo de una manera más rápida y expedita.
Es fundamental acercarse a instituciones especializadas en la constitución de este tipo de fideicomisos, como Yavo Capital, quien te asesora desde el mapeo de la necesidad del aportante del terreno hasta la implementación del fideicomiso de garantía, brindando a ambas partes certeza legal y financiera del proyecto inmobiliario.
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