En un giro inesperado pero emocionante, el icónico Mini Cooper vuelve a colocarse en el centro de atención del mundo automotriz. Esta vez, gracias a una alianza entre el legendario diseñador británico Ian Callum y el histórico carrocero Wood & Pickett, responsables de personalizaciones exclusivas en los años 60 y 70. El resultado: un Mini rediseñado, potenciado y con una estética profundamente refinada, pensado para los entusiastas del motor con gusto por lo clásico reinterpretado con lujo contemporáneo.
El regreso de un ícono con un nuevo lenguaje visual
Ian Callum, conocido por dar forma a autos tan deseados como el Aston Martin DB7 y el Jaguar F-Type, se ha sumergido en un proyecto ambicioso que busca reinterpretar el espíritu del Mini clásico sin caer en una simple imitación retro. Este rediseño del Mini Cooper —conocido como el Mini Remastered by Callum— se aleja de la tendencia moderna del hatchback urbano para acercarse más a una visión artesanal y atemporal.
El vehículo luce una carrocería totalmente renovada en proporciones y detalles. Las líneas son más limpias, las curvas más sobrias, y cada elemento ha sido reconsiderado para proyectar una mezcla de elegancia y dinamismo. El objetivo de Callum fue claro: respetar el alma del Mini original, pero llevarlo a estándares estéticos y de calidad del siglo XXI.
Wood & Pickett: lujo a escala compacta
La participación de Wood & Pickett, empresa que en su momento personalizó Minis para celebridades como Ringo Starr o Steve McQueen, le da al proyecto un respaldo de autenticidad. Su legado como pioneros en el arte del coachbuildingbritánico vuelve a brillar en este Mini reinterpretado.
El habitáculo es una muestra clara de esta visión artesanal: acabados en cuero de primera calidad, un panel de instrumentos simplificado pero moderno, y detalles hechos a mano que elevan la experiencia más allá de lo que se espera de un auto compacto. Este Mini no es simplemente un coche urbano modificado, es una pieza de colección para quienes valoran el diseño británico con carácter exclusivo.
Desempeño que respalda el diseño
Bajo el cofre, el Mini Callum mantiene un espíritu deportivo. Se trata de un modelo con motor de combustión interna (clásico en esencia, pero renovado), ajustado para ofrecer una experiencia de conducción más potente y precisa. Aun cuando se aleja de las cifras extremas de superdeportivos, su ligereza y nueva suspensión lo convierten en un vehículo ágil, divertido y sumamente refinado al conducir.
El sistema de escape y los frenos han sido rediseñados, y se incorpora una transmisión mejorada, lo que permite sentir una conexión más directa con el coche, un guiño a los puristas que buscan sensaciones mecánicas genuinas.
Producción limitada: lujo, no masividad
Como era de esperarse, este Mini no será producido en masa. Se trata de una edición muy limitada, dirigida a coleccionistas y apasionados del diseño automotor. Cada unidad será ensamblada con atención al detalle, lo que refleja el espíritu original de Wood & Pickett y la visión artística de Callum. Aún no se han confirmado precios, pero se espera que esté por encima de los 150,000 euros, lo que lo coloca en una liga de automóviles boutique.
Como aficionada del diseño automotriz, encuentro este proyecto profundamente inspirador. En un mercado saturado de coches que parecen salidos del mismo molde, el Mini Callum by Wood & Pickett representa algo diferente: una celebración del diseño bien pensado, del lujo no ostentoso y del respeto por la historia.
No es solo un auto: es una pieza de autor. Es el tipo de vehículo que no se compra por necesidad, sino por convicción estética. Y eso lo hace, en mi opinión, más valioso que muchos de los lanzamientos masivos actuales.
Para los amantes del diseño británico, este Mini es mucho más que una reinterpretación: es un tributo vivo a una época dorada, con los estándares del presente y el alma del pasado.