Hay autos que te llevan del punto A al punto B. Y hay otros que convierten ese trayecto en una experiencia. El MINI John Cooper Works Cabrio pertenece a esta última categoría. Se trata de una fusión entre historia, tecnología y adrenalina, con el encanto clásico del diseño británico y toda la ingeniería que lo convierte en uno de los convertibles compactos más emocionantes del mundo.
El diseño que no pasa desapercibido
Desde el primer vistazo, el MINI John Cooper Works Cabrio impone. No es solo un MINI con techo de lona: es un auto que ha sido refinado con detalles deportivos, líneas más agresivas y un toque rebelde que le da personalidad. Su parrilla ensanchada, los faros LED rediseñados, y las entradas de aire optimizadas no solo embellecen, también mejoran el rendimiento aerodinámico. Todo esto se complementa con detalles en negro brillante y rines específicos JCW que elevan su presencia.
Y sí, el techo retráctil sigue siendo una obra de arte: completamente eléctrico, se puede abrir en menos de 20 segundos incluso en movimiento, y en su versión más icónica incluye el patrón de bandera a cuadros, que grita racing desde lo alto.
Corazón turbo y espíritu de go-kart
Este MINI no está diseñado para ir despacio. Debajo del cofre late un motor 2.0 litros TwinPower Turbo de 4 cilindros que entrega entre 228 y 231 caballos de fuerza con 320 Nm de par motor. Esto significa que acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 6.2 segundos (en su versión más rápida). Si a eso le sumas su transmisión automática de doble embrague de 7 velocidades con levas al volante, tienes un auto que responde con precisión, rapidez y carácter.
Cada cambio de marcha es instantáneo y suave, lo que hace que la experiencia de manejo se sienta más parecida a la de un hot hatch de pista que a un descapotable urbano.
La experiencia MINI, ahora al aire libre
Lo más fascinante del John Cooper Works Cabrio es que mantiene esa esencia única de manejo tipo «go-kart», tan característica de MINI, pero con el factor adicional del cielo abierto. Al abrir el techo, no solo dejas pasar el sol, dejas entrar una experiencia sensorial que convierte cualquier trayecto en un momento memorable.
La dirección es precisa, la suspensión deportiva (con opción adaptativa) mantiene el auto plantado incluso en curvas agresivas, y el sistema de frenos de alto rendimiento, con pinzas rojas, garantiza una frenada eficaz y segura.
Y si bien es un MINI enfocado en la deportividad, no sacrifica el confort. Su chasis está equilibrado, permitiendo una conducción ágil sin sacrificar la suavidad en ciudad.
Interior tech y deportivo
El habitáculo del John Cooper Works Cabrio también ha sido pensado para elevar la experiencia. Volante deportivo en piel con costuras rojas, asientos con soporte lateral y un diseño envolvente, sumado a una pantalla táctil OLED central de última generación y un clúster digital, transforman cada trayecto en una experiencia tecnológica y emocional.
También cuenta con conectividad total: Apple CarPlay, Android Auto, navegación, servicios conectados MINI y más. Todo, perfectamente integrado al estilo premium del vehículo.
¿Y en el día a día?
Aunque su diseño lo hace parecer una máquina de escapadas y fines de semana, el JCW Cabrio es un daily car con alma salvaje. Sus dimensiones compactas lo hacen ideal para la ciudad, su visibilidad es excelente, y su capacidad de respuesta lo convierte en una extensión de quien lo conduce.
Es el auto ideal para quienes buscan romper la rutina, sin renunciar al estilo ni a la potencia. Porque no todo el mundo quiere pasar desapercibido, y este MINI lo sabe.
¿Para quién es este MINI?
Este no es un convertible cualquiera. Es un auto para personas con carácter, para quienes disfrutan del camino tanto como del destino. Para quienes sienten que el lujo también puede tener espíritu deportivo. Y para quienes entienden que manejar no solo es ir de un lugar a otro, sino conectar con lo que hay alrededor.
Con el MINI John Cooper Works Cabrio, no solo conduces: vives cada kilómetro.