En el competitivo universo de la alta relojería suiza, existen pocas casas con el linaje, la consistencia y la capacidad innovadora de Girard-Perregaux. Fundada en 1791, esta manufactura ha demostrado durante más de dos siglos su dominio absoluto sobre el arte de crear piezas únicas, fusionando tradición, precisión mecánica y audacia estética. Y dentro de su extenso portafolio, la colección Laureato ocupa un lugar muy especial, especialmente su versión más contemporánea y desafiante: el Laureato Absolute.
Hoy nos detenemos en uno de los modelos más sorprendentes de esta línea: el Girard-Perregaux Laureato Absolute con carátula turquesa. Un reloj que no solo rompe esquemas visuales dentro de la relojería deportiva de lujo, sino que representa fielmente la filosofía de evolución constante que distingue a la maison de La Chaux-de-Fonds.
Una evolución natural de un ícono
El Laureato original debutó en 1975, en plena explosión de los relojes deportivos de lujo con brazalete integrado, junto a leyendas como el Royal Oak de Audemars Piguet o el Nautilus de Patek Philippe. Sin embargo, desde sus inicios, el Laureato se diferenció por su elegante equilibrio entre formas octogonales y líneas suaves, combinando el acero con carátulas refinadas.
Décadas después, Girard-Perregaux decidió llevar su ícono a un terreno aún más audaz. Así nació el Laureato Absolute, una reinterpretación moderna pensada para los amantes de las piezas robustas, deportivas y cargadas de personalidad. Aquí es donde encontramos este espectacular modelo, que cautiva desde el primer vistazo.
Un diseño que impone presencia
La caja de 44 mm, fabricada en titanio grado 5, es un auténtico manifiesto de ingeniería moderna. Este material no solo reduce significativamente el peso del reloj —haciendo que su tamaño no resulte abrumador en la muñeca—, sino que además ofrece una resistencia superior a los golpes, arañazos y corrosión. El acabado arenado refuerza su carácter contemporáneo y técnico, mientras que el bisel octogonal, fiel al ADN del Laureato, aporta el toque arquitectónico inconfundible de la colección.
Pero el verdadero protagonista es su carátula turquesa satinada, un tono que, dependiendo de la luz, puede navegar entre los verdes y los azules, evocando tanto la profundidad de los océanos como la energía vibrante de la modernidad. Este color, poco común en relojes deportivos de alta gama, lo convierte automáticamente en una pieza de coleccionista. A ello se suman los toques de amarillo en la aguja de los segundos, y los contrastes en negro profundo de los índices y el realce interior, aportando legibilidad y carácter deportivo.
Tecnología suiza en su máxima expresión
Debajo de esta estética imponente late el calibre GP03300-1060, un movimiento automático desarrollado y ensamblado íntegramente por Girard-Perregaux en sus talleres suizos. Este movimiento ofrece una reserva de marcha de 46 horas, frecuencia de 28,800 alternancias por hora y una confiabilidad mecánica probada.
Cada componente del movimiento está meticulosamente decorado, siguiendo los estándares de la alta relojería suiza: puentes biselados, acabados perlados y el icónico logo de la maison en el rotor. Este nivel de manufactura interna es, hoy en día, un privilegio que muy pocas casas relojeras pueden presumir.
Pensado para la vida activa
Si bien muchos relojes deportivos de lujo apuestan solo por la estética, el Laureato Absolute está realmente preparado para acompañar a su portador en el día a día. Su resistencia al agua de hasta 300 metros lo convierte en un auténtico “daily wear” de alto nivel, ideal tanto para una jornada de oficina como para escapadas náuticas o viajes de aventura.
Su correa integrada de caucho con textura textil no solo aporta un ajuste perfecto, sino que también refuerza su durabilidad y comodidad durante el uso prolongado. Cada detalle está pensado para brindar elegancia sin sacrificar funcionalidad.
Exclusividad real
Más allá de su impecable diseño y precisión mecánica, este Laureato Absolute con carátula turquesa destaca por algo muy apreciado entre los verdaderos coleccionistas: su rareza. Este tipo de piezas no se produce en grandes volúmenes, y su disponibilidad suele estar reservada para boutiques selectas o distribuidores autorizados altamente especializados.
Aquí es donde MLW tiene el privilegio de ofrecerlo a su comunidad de apasionados por la relojería de alto nivel. No es un reloj que encontrará cualquiera; es una pieza para quienes realmente entienden el valor de la exclusividad, el diseño audaz y la tradición relojera suiza.
Una declaración de carácter
En un mundo donde muchos relojes buscan parecerse, el Laureato Absolute Turquesa es una afirmación de individualidad. No sigue tendencias, las crea. Es para quienes desean portar en su muñeca algo más que un instrumento para medir el tiempo: una pieza de conversación, de admiración y de legado.
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