Desde que Richard Mille y Ferrari oficializaron su alianza en 2021, los frutos no han tardado en llegar, y cada lanzamiento ha sido una declaración de poder, precisión y diseño. Primero fue el RM UP-01, un reloj ultradelgado que rompió récords al convertirse en el más fino del mundo con tan solo 1.75 mm de grosor. Ahora, el siguiente capítulo de esta colaboración de alto octanaje se ha presentado en París: el RM 43-01 Tourbillon Split-Seconds Chronograph Ferrari, un modelo que reafirma la filosofía radical de ambas casas.
A diferencia de su predecesor, el RM 43-01 no busca romper récords de delgadez, sino imponer respeto a través de su imponente arquitectura. Este reloj encarna el estilo clásico de Richard Mille, con su icónica caja curvada en forma de tonel, fabricada en materiales técnicos de última generación como el titanio y el carbono TPT. Su diseño robusto, junto a un movimiento complejo, lo posiciona como un reloj de carácter fuerte y profundamente técnico, ideal para coleccionistas que buscan lo mejor de ambos mundos: automovilismo y alta relojería.
Un calibre diseñado desde cero con alma de Ferrari
El corazón del RM 43-01 es su nuevo calibre, también bautizado como RM 43-01. Esta maravilla mecánica ha sido diseñada desde cero durante un proceso de desarrollo que duró tres años. Cuenta con 514 piezas, ensambladas sobre una platina de titanio que ofrece ligereza sin comprometer resistencia. Cada componente fue concebido para optimizar el rendimiento, mientras se mantiene la estética contemporánea y sofisticada que caracteriza a Richard Mille.
Las formas del reloj rinden homenaje al diseño automotriz de Ferrari, inspirándose en detalles específicos como las luces traseras del SF90 o el escape del recién presentado Ferrari F80. Esta fusión visual entre ingeniería relojera y automovilismo es más que un guiño; es una integración conceptual que se nota tanto por dentro como por fuera.
Funciones avanzadas y diseño sin concesiones
El RM 43-01 es un cronógrafo ratrapante con tourbillon, una combinación de complicaciones que no solo demuestra maestría técnica, sino que también exige una ejecución perfecta. Esta función permite medir dos tiempos simultáneamente, ideal para situaciones donde cada segundo cuenta. El cronómetro se controla con tres pulsadores integrados a la caja, diseñados para ofrecer una respuesta rápida y suave, reflejo del fino ajuste de los mecanismos internos.
El diseño esqueletizado del dial permite observar la complejidad interna del reloj, aunque esto puede afectar ligeramente la legibilidad. Sin embargo, el diseño está pensado para impresionar desde todos los ángulos, incluyendo una subesfera de 30 minutos a las 9 h y un tourbillon visible a las 5 h que late a 3 Hz.
En un gesto de respeto hacia la firma italiana, el Cavallino Rampante aparece elegantemente en la esfera, acompañado por una aleta decorativa inspirada en la parte trasera del Ferrari 499P.
Ediciones limitadas con materiales de vanguardia
El RM 43-01 llega en dos versiones exclusivas: una con caja de titanio, decorada con detalles en rojo y dorado; y otra en carbono TPT, con acentos amarillos que refuerzan el carácter deportivo de la pieza. El carbono TPT, un material desarrollado con cientos de capas de fibra de carbono, no solo es visualmente impactante, sino extremadamente resistente y ligero.
Ambas versiones están limitadas a 75 unidades cada una, con precios que reflejan su exclusividad y nivel de desarrollo: 1.3 millones de dólares para la versión en titanio y 1.535 millones de dólares para la de carbono.
Richard Mille no diseña relojes para el día a día. Diseña declaraciones. Y el RM 43-01 es una de las más contundentes que ha hecho hasta ahora. Me parece admirable cómo han logrado capturar la esencia de Ferrari sin caer en lo obvio: aquí no hay logos excesivos ni clichés, sino una verdadera simbiosis de ideas, de ingeniería y de estética.
Este reloj no solo cronometra el tiempo, lo acelera. Su presencia en la muñeca transmite la misma emoción que ver un Ferrari salir rugiendo de la línea de salida: poder, control y una belleza imposible de ignorar. No es un reloj para cualquiera, pero quienes lo usen sabrán que llevan consigo no solo una obra de arte, sino el espíritu de dos mundos que comparten la misma obsesión: llevar todo al límite.
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