Johnnie Walker, la icónica marca de whisky escocés reconocida en todo el mundo, ha dado un nuevo paso en su continua evolución con el lanzamiento de su más reciente expresión: Johnnie Walker Black Ruby. Esta variante se presenta como la más dulce dentro de la prestigiosa gama Black Label, una línea que históricamente ha destacado por sus sabores profundos y complejos. Sin embargo, Black Ruby se atreve a explorar nuevos terrenos con un perfil afrutado y vibrante, sin dejar de lado la sofisticación que caracteriza a la marca.
Johnnie Walker Black Ruby es un whisky que destaca por su dulzura y riqueza. Con una combinación atrevida de frutas rojas como higos, ciruelas y cerezas marrasquino, el whisky logra deleitar al paladar con una experiencia sensorial única. Las notas melosas de miel y mermelada de frambuesa se mezclan de forma armoniosa con un toque sutil de especias, lo que añade una mayor complejidad a cada sorbo. Además, un delicado toque de humo aparece al final, una característica que no puede faltar en una etiqueta de Johnnie Walker, pero que en esta ocasión se presenta con elegancia y sutileza, ofreciendo una experiencia equilibrada y llena de matices.
Este nuevo lanzamiento no solo se queda en lo gustativo, sino que también ha sabido conquistar con una presentación audaz y creativa. La entrada de Johnnie Walker Black Ruby al mercado mexicano fue digital y estuvo a cargo del artista Ian Padgham, mejor conocido como Origiful. A través de imágenes generadas por computadora (CGI, por sus siglas en inglés), Padgham sorprendió a la Ciudad de México con una campaña visual que se destacó por su originalidad.
Paseo de la Reforma, una de las avenidas más importantes de la capital, fue el escenario de una botella gigante de Johnnie Walker Black Ruby que recorría sus calles de forma digital, acompañada por un vaso de cóctel lleno de rubíes, capturando la atención de transeúntes y generando un impacto visual memorable.
Este tipo de iniciativas demuestran cómo Johnnie Walker no solo se apega a la tradición, sino que también se adapta a los tiempos modernos, aprovechando la tecnología para llegar a nuevas audiencias y, al mismo tiempo, mantener su prestigio. Esta apuesta por el mundo digital no solo fue una estrategia de mercadeo, sino una declaración de intenciones: Johnnie Walker Black Ruby no es solo un whisky para degustar, sino también para disfrutar visualmente y ser parte de una experiencia innovadora.
La primera aparición de Johnnie Walker Black Ruby en un bar fue en Bar Brujas, un lugar que se distingue por rendir homenaje a las historias de mujeres inspiradoras a través de sus cócteles. En esta ocasión, se presentó el coctel Black Bird, elaborado con Johnnie Walker Black Ruby, sorprendiendo a los asistentes con una propuesta diferente y memorable, donde los sabores dulces y afrutados del whisky se fusionaban con el concepto creativo del bar. Sin duda, una elección acertada para mostrar el lado más versátil de esta nueva etiqueta.
Además de Black Bird, Johnnie Walker ha creado cuatro cocteles insignia con los que busca mostrar la versatilidad de Black Ruby: Black Ruby Ramble, un cóctel que resalta las notas dulces y melosas de la mermelada de moras; Black Ruby Sweet & Sour, que intensifica las notas frutales del whisky en una vibrante experiencia agridulce; Black Ruby Negroni, una versión del clásico cóctel italiano con un giro de sabores afrutados y atrevidos; y Black Ruby Tonic, una propuesta fresca y sencilla de preparar, donde el agua tónica y la mermelada de moras realzan las notas de Johnnie Walker Black Ruby.
El lanzamiento de esta nueva etiqueta, según Renata Sobrino, Directora de Marketing de Scotch Whisky en Diageo México, representa un cambio en la percepción del whisky dentro del mundo de la coctelería. Con esta expresión, se busca elevar la experiencia de disfrutar un coctel de whisky, mostrando que este destilado no solo es apto para los amantes del whisky en su forma más pura, sino también para quienes buscan algo diferente, innovador y dulce en sus bebidas.
La idea de «encender una nueva era de apreciación del whisky» cobra vida con Johnnie Walker Black Ruby, al crear una etiqueta que destaca por su dulzura, pero que no compromete la complejidad ni el carácter que siempre ha sido parte de Johnnie Walker.
En lo personal, considero que Johnnie Walker Black Ruby es una apuesta acertada para atraer a nuevas audiencias. En un mercado donde las preferencias están cambiando hacia sabores más atrevidos y complejos, este whisky llega en el momento justo para conquistar tanto a los puristas del whisky como a quienes buscan una nueva experiencia de sabor. La mezcla de innovación en su presentación y su versatilidad en la coctelería convierte a Black Ruby en una etiqueta que seguramente encontrará un lugar especial entre los favoritos de los amantes del whisky.