Hace poco más de un año, Jaime Lozano asumió el cargo de director técnico de la Selección Mexicana con grandes expectativas y la esperanza de revitalizar al equipo. Hoy, sin embargo, nos encontramos con la noticia de que ‘Jimmy’ Lozano ha dejado su puesto como entrenador del Tri. A pesar de haber obtenido una Copa Oro, su gestión ha sido duramente criticada, sobre todo por su desempeño en la CONCACAF Nations League y la Copa América 2024, torneos en los que no logró alcanzar las metas establecidas.
Lozano inició su mandato con un éxito notable al ganar la Copa Oro, un torneo en el que la Selección Mexicana demostró su calidad y potencial. Sin embargo, este logro no fue suficiente para silenciar las críticas que vendrían después. En la CONCACAF Nations League, México sufrió una dolorosa derrota en la final contra Estados Unidos, con un marcador de 2-0. Esta derrota fue particularmente amarga, ya que el equipo había mostrado vulnerabilidad en las etapas previas, casi quedando fuera en los cuartos de final tras un complicado enfrentamiento contra Honduras.
El verdadero golpe a la gestión de Lozano llegó con la Copa América 2024. México fue eliminado en la fase de grupos, logrando solo una victoria, un empate y una derrota, con un saldo de un gol a favor. Este desempeño fue visto como un fracaso rotundo, especialmente porque la Federación Mexicana de Futbol (FMF) había establecido como objetivo llegar a las semifinales del torneo. La eliminación temprana dejó un sabor amargo y alimentó las críticas hacia el trabajo de Lozano.
Durante su estancia al frente del Tri, Jaime Lozano dirigió 21 partidos, obteniendo 10 victorias, cuatro empates y siete derrotas. Con 33 goles a favor y 24 en contra, su efectividad fue del 54%. Aunque estos números no son despreciables, el contexto de los torneos en los que participó y las expectativas puestas en él, hacen que su desempeño sea visto con ojos críticos.
A principios de julio, tras la eliminación de la Copa América, Ivar Sisniega, presidente ejecutivo de la FMF, confirmó la continuidad de Lozano como director técnico del equipo nacional. En sus declaraciones, Sisniega mencionó que no se contemplaban cambios en el cuerpo técnico, subrayando algunos aspectos positivos del torneo y señalando la intención de mejorar a futuro. Sin embargo, en cuestión de semanas, la FMF cambió de opinión y hoy, Jaime Lozano deja su cargo.
La salida de Lozano plantea varias preguntas sobre el rumbo de la Selección Mexicana. Por un lado, se reconoce que los resultados obtenidos no estuvieron a la altura de las expectativas, pero por otro, también se debe considerar el proceso de construcción de un equipo que pueda competir al máximo nivel. La decisión de la FMF de prescindir de Lozano puede interpretarse como una medida para buscar resultados inmediatos, pero también podría ser vista como una falta de paciencia en un proceso que, por naturaleza, requiere tiempo y ajustes.
En mi opinión, la gestión de Jaime Lozano al frente de la Selección Mexicana es un reflejo de las altas expectativas y la poca paciencia que a menudo caracteriza al futbol en nuestro país. Si bien es cierto que los resultados en la Nations League y la Copa América fueron decepcionantes, también se debe reconocer que el futbol es un deporte impredecible y que la construcción de un equipo competitivo requiere más que solo buenos resultados en el corto plazo.
La FMF enfrenta ahora el reto de encontrar un nuevo director técnico que no solo pueda cumplir con las expectativas inmediatas, sino también construir un equipo sólido de cara al Mundial de 2026. Este es un momento crucial para el futbol mexicano, y las decisiones que se tomen en las próximas semanas serán determinantes para el futuro del equipo.
Jaime Lozano, a pesar de los fracasos recientes, ha demostrado ser un entrenador capaz y con una visión clara del futbol. Su salida es una pérdida, pero también una oportunidad para reflexionar sobre el rumbo que queremos para la Selección Mexicana. La paciencia y la continuidad son elementos clave en el éxito a largo plazo, y es fundamental que la FMF y los aficionados comprendan esto si queremos ver al Tri alcanzar su verdadero potencial en los próximos años.