En mitad de un cielo estrellado, se posa una inmensa luna que se aclara y oscurece a medida que va cambiado de fase. Arnold & Son presenta su primera luna tridimensional, elaborada con mármol y aventurina.
Posada sobre una esfera de cristal de aventurina, la luna se transforma majestuosamente con una precisión astronómica. Se trata de la luna más grande que jamás se ha integrado en un reloj de pulsera. Una creación ejecutada empleando las técnicas relojeras y decorativas más avanzadas de la Manufactura Arnold & Son.
El reloj Luna Magna luce la primera luna concebida en tres dimensiones de Arnold & Son. Pese a ser su primera creación de esta naturaleza, la Maison suiza de origen inglés fascina al mundo con la luna en volumen más grande que se ha integrado en un reloj de pulsera hasta la fecha.
Bajo una esfera descentrada a las 12 horas —uno de los distintivos de diseño de la marca—, Arnold & Son ha dispuesto un disco que, posado sobre un cielo estrellado incluso más fulgurante que una noche de verano, gira sobre sí mismo para representar fielmente las fases lunares.
Aparición
En una caja de oro rojo de 44 mm, Arnold & Son reproduce una de sus disposiciones más características. Ubicando la esfera de las horas y los minutos descentrada a las 12 horas, la marca relojera cede un precioso espacio a la visualización de las complicaciones.
En este caso, se exhibe una luna esférica de 12 mm de diámetro. Una escenificación que no solo se caracteriza por sus imponentes dimensiones. Está compuesta por una mitad de mármol que representa la parte iluminada del astro y otra de aventurina que corresponde al lado oscuro. Dos materiales que, hasta el momento, no se habían combinado en esta configuración tridimensional.
Con una transición del blanco reluciente a un azul profundo y estrellado, los cuartos del Luna Magna reproducen el aspecto del disco lunar con una delicada interpretación.
Ocultación
La gran luna emerge de la platina del calibre A&S1021 sin desbaratar el equilibrio del conjunto. Para lograr que el Luna Magna conservase unas proporciones comedidas pese al imponente volumen de su luna, Arnold & Son ha recurrido a los tesoros más recónditos de la imaginación.
De ahí que el globo lunar se haya implantado a media altura del movimiento, idealmente dividido entre la parte superior e inferior. La parte superior se integra en una “glass box”.
Esta técnica se observa igualmente en el fondo, donde el cristal de zafiro reposa sobre la muñeca.
Dado que la mayor parte del volumen se aloja en estos cristales de zafiro, Luna Magna conserva un grosor total de 15.9 mm.
Por último, para armonizar plenamente el conjunto, unas asas especialmente oblicuas prolongan la curvatura del cristal de zafiro para hacerla coincidir con la de la muñeca.
Elevación
La relación de Arnold & Son con las fases lunares viene de largo. Inspirada por la historia de John Arnold y su legado en la marina inglesa del siglo XVIII, la Maison ha procurado representar reiteradamente la edad de este astro con la mayor exactitud y belleza posibles.
Transformando bruscamente la forma de representar nuestro satélite, el Luna Magna se eleva y trasciende los límites de esta escenificación astronómica, relojera y poética.
Precisión
El Luna Magna se mueve al ritmo del calibre A&S1021, íntegramente desarrollado, mecanizado, ensamblado y ajustado en interno por la Manufactura. Este nuevo calibre, diseñado en torno al globo lunar, es de cuerda manual y consta de una reserva de marcha de 90 horas y un órgano regulador con una frecuencia de 3 Hz. Por el lado del fondo, el movimiento ofrece una visualización secundaria de la edad de la luna, cuyas graduaciones perfectamente legibles facilitan una regulación de alta precisión.
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La sofisticación de esta mecánica celeste reposa también en su fidelidad a la realidad astronómica. De hecho, la duración de un ciclo lunar completo es de 29 días, 12 horas, 44 minutos y 2.8 segundos.
Y Arnold & Son ha logrado aproximarse tanto que deberán pasar 122 años hasta que este movimiento acumule un día de desajuste entre la visualización y la realidad celeste. Un desfase fácil de corregir, puesto que la función lunar del Luna Magna se puede ajustar directamente por medio de la corona. Una funcionalidad posible gracias al dominio absoluto del proceso relojero propuesto por Arnold & Son.
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