Enaltecidas con nácar de Tahití, dotado de hermosos reflejos rojos y de diamantes, las líneas puras del Breguet Classique 9065, dedicado a las mujeres, invitan a tener sueños románticos.
El nuevo Classique 9065, presentado por primera vez con una esfera de nácar de Tahití intensamente irisado, interpreta el estilo clásico Breguet con un toque de pasión. Las notas rojas dotan de calidez a la composición y hacen eco con el rojo vibrante del rubí colocado sobre la corona.
Abrazado al oro de la aguja de segundos, un delicado corazón rojo engrana la carrera del tiempo. La fecha se indica en cifras crema en una ventanilla con fondo granate, mientras que un brazalete de satén rojo tornasolado realza el conjunto con reflejos irisados.
Para aportar más destello, 88 diamantes de talla brillante iluminan el bisel de la fina caja de oro rosa y las ataduras del brazalete.
Se trata de una caja de oro rosa de 18 quilates con canto finamente acanalado. El bisel y asas están engastadas con los 88 diamantes talla brillante (aprox. 0,606 quilates) y la corona con un rubí, mientras que el fondo es de cristal de zafiro y ofrece una resistencia al agua de 30 metros.
El modelo palpita al ritmo de un calibre de manufactura automático con las funciones esenciales que aseguran una reserva de marcha de 38 horas.
Breguet presenta el Classique 9065 en nácar de Tahití en una edición exclusiva de 28 piezas numeradas, reservadas para una selección de boutiques.
Clientes de renombre
La línea Classique de Breguet se inspira en los “códigos” más clásicos de la Maison y tienen su origen en el siglo XVIII. Desde entonces, las líneas puras del estilo Breguet, sostenidas por la fiabilidad mecánica, han seducido a algunas de las clientes más poderosas y prestigiosas de Europa: la reina María Antonieta, Carolina Bonaparte, hermana de Napoleón, y las emperadoras Josefina y María Luisa.
Con el devenir de los años se mantuvo el éxito de Breguet. Soberanas como María Cristina de España, la reina Victoria de Inglaterra y Anna Gould, duquesa de Talleyrand, también eligieron un reloj Breguet. Novedad 2020
Un estilo atemporal
El Breguet nº 3023, vendido en 1817 a la duquesa de Wellington y hoy expuesto en el Louvre, pone perfectamente de manifiesto el estilo neoclásico de Breguet, en el que se inscribe el Classique 9065.
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Las agujas à pomme évidée, diseñadas en 1783, favorecen la legibilidad. Las cifras arábigas Breguet, transferidas con un acabado espolvoreado en relieve, revelan una finura sin igual. Visible gracias a un fondo de cristal de zafiro, el calibre automático 591A se aloja en una fina caja de oro rosa con cantos acanalados. Sobre el fondo están indicadas la referencia y el número de la pieza, que el propietario puede inscribir en los registros de la Maison, conservados sin interrupción desde la década de 1780.
El elegante Classique 9065 evoca un romanticismo refinado que rememora los placeres del espíritu narrados por la poetisa Constace de Salm en los versos que relatan las veladas en compañía de amigos brillantes –hombres de letras, artistas, sabios y políticos–, entre ellos el relojero Abraham-Louis Breguet.
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