Pese a la crisis, la producción de mezcal en México aumentó más que el mismo periodo de 2019 y cada vez hay una mayor demanda dado que es un producto muy bien recibido, no sólo en territorio mexicano, sino a nivel internacional.
La popularidad de esta bebida espirituosa se debe principalmente a que las nuevas generaciones buscan novedosos productos con una producción orgánica y artesanal. Sus consumidores, principalmente, millennials, valoran enormemente la innovación y poder replicar la experiencia de beber en casa lo que podrían encontrar en un menú de un bar, sobre todo en este período de cuarentena.
El año pasado, la producción de mezcal fue de más de 7.4 millones de litros, que representó un crecimiento de 30% respecto del año anterior, cuando se produjeron poco más de 5 millones. De la producción total de mezcal, 63.17% se va para exportación con un valor de 5,433 millones de pesos y el resto, 36.82%, para el consumo nacional con un valor de 5,433 MDP de acuerdo con el Consejo Regulador del Mezcal.
Si bien ocho estados del país cuentan con la “Denominación de Origen del Mezcal”, en tanto cumplen con pasos específicos para producirlo y están certificados, Oaxaca es el líder porque concentra la mayor parte de la producción nacional y de las exportaciones.
“El crecimiento de Mezcal Mitre como marca mexicana se suma a la demanda en el comercio electrónico al ofrecer una inigualable calidad como principal diferenciador”, comenta Claudio Román, socio fundador de Mezcal Mitre, marca de mezcal elaborada artesanalmente en Matatlán, Oaxaca. “Encontramos ventajas en esta difícil etapa a través de generar contenido original en nuestras distintas plataformas digitales y redes sociales, es así como hemos obtenido un acercamiento y retroalimentación más certeros con el consumidor que gusta disfrutar de un mezcal de calidad.” agregó.
La tendencia de este bebida va a la alza desde hace algunos años por la calidad del producto, pero sin duda no es de sorprender que haya un crecimiento tan fuerte en la industria debido al trabajo, dedicación y esfuerzo de quienes han dedicado sus vidas y conocimientos a la producción de mezcal que van transmitiendo de generación en generación sin importar cualquier tipo de adversidad con el fin de impulsar la economía de sus propias familias y por consiguiente del país.
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