Columna. La mirada del espejo
Por Jackie Mortera, Life & Executive Coach
www.jackiemortera.com
Cuidar nuestra imagen personal en este tiempo de pandemia nos ayuda a tener salud física y mental. El realizar home office nos puede relajar un poco, sin embargo, no debemos abandonar nuestros hábitos regulares, lo que aplicamos que normalmente.
¿Cómo debo vestir si estoy en casa y representando a mi empresa?
Espacio y aspecto personal durante aislamiento
Hay que vestirnos como si estuviéramos en un día de trabajo normal. ¿Qué debes ponerte? Eso depende del código de vestimenta de la empresa a la que representamos y usaremos lo que en un día normal de oficina.
Recuerda que la imagen es comunicación y ésta se recibe por los cinco sentidos.
Cámara e iluminación
En el lugar donde se realizan las videoconferencias o reuniones virtuales, el espacio debe estar despejado de personas, que nadie pase detrás o delante del conferencista; así pues, cuidar cualquier ruido ambiental que te rodea.
También el encuadre, el espacio que la cámara transmite a otros, es importante. Si te toca exponer algo, debes mantener la cámara encendida y pedir a los demás que lo mismo para ver sus rostros y así saber cómo reaccionar.
Sepárate de la cámara y de las paredes al menos un metro. El encuadre debe mostrar la parte baja de tu torso hasta arriba de la cabeza con un leve espacio, coloca tu cuerpo de manera diagonal y no acerques tanto el rostro a la cámara.
La iluminación es primordial durante las videoconferencias y reuniones virtuales, por lo tanto, cuidar la luz para nuestro rostro esto debe ser una prioridad y para ello se puede usar iluminación natural o artificial o combinarlas para tener un mejor resultado.
Si te es posible, tener focos amarillos y blancos ofrece diversas dimensiones y eso da una apariencia más agradable.
Fotos: Unsplash
Postura y gesticulaciones
En una reunión debes mostrar las manos, juegan un papel importante, justo como lo hacen en una exposición presencial.
La manera en que se usamos los ojos y hacia dónde dirigimos la mirada es importante. Siempre debemos ver a la cámara para que perciban que ponemos atención.
Evita las distracciones y la tentación del “efecto espejo”. No veamos nuestra imagen durante la transmisión y, mucho menos, la usemos como un espejo para arreglar elementos físicos como el cabello, el cuello de la camisa, entre otros.
El tono de voz es muy importante, tiene que tener un buen ritmo y silencios necesarios. No corremos al hablar, lo hacemos pausado, enfatizamos las cosas importantes sin alzar el tono y damos oportunidad a que los participantes comenten.
En caso de que necesitas mejorar algunos de los puntos que aquí tratamos, puedes realizar ensayos y grabarte en una conferencia, o en una casual, para ver cómo te desempeñas frente a una cámara; y de la misma manera, analiza tu oratoria.
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