Si Girard-Perregaux nos había sorprendido con el Laureato Absolute, con el Quasar Light nos deja en claro que el alto nivel de ingeniería es una constante en todo su portafolio.
Quasar Light rinde homenaje al legado de la marca llevando la transparencia hasta el extremo. Esta impresionante obra maestra —que toma su nombre del más brillante de los fenómenos astronómicos, el cuásar— está disponible en una edición exclusiva de solo 18 piezas que permiten admirar el movimiento más icónico de la manufactura a través del cristal de zafiro de fabricación suiza.
Con un diámetro de 46 mm y una altura de 15.25 mm cuenta con una resistencia al agua de 30 metros, además de contar con 27 rubíes y una extraordinaria reserva de marcha de 60 horas. La jaula del tourbillon está compuesta de 79 piezas con un peso de sólo 0.250gramos, lo que demuestra la calidad de su manufactura.
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Como el astro homónimo, el Quasar Light es el más brillante en su firmamento. Su tourbillon resplandeciente parece flotar en el interior de una caja invisible creada a partir de un único disco de cristal de zafiro. Para esculpir y pulir sus curvas hasta alcanzar esta transparencia extrema, fueron necesarias más de 200 horas de trabajo y cientos de operaciones con técnicas perfeccionadas a lo largo de más de dos siglos.
Contemplar sus sensacionales volúmenes es como observar las estrellas mediante un telescopio: una vista intergaláctica de 360° obtenida gracias al cristal de zafiro box que se extiende sobre la caja. Para conseguir el brillo perfecto en el movimiento ha sido necesario utilizar el triple de cristal de zafiro de lo habitual y darle un acabado único combinando los pulidos químico y con diamantes.
El reloj resplandece como un cielo estrellado cuando la luz se refleja en el movimiento y el barrilete de rutenio. Elegido por su brillo diamantino, el rutenio es un metal poco común del grupo del platino que se produce en cantidades muy limitadas y forma refulgentes cristales en los que la luz estalla en todas direcciones sobre la superficie del reloj.
La forma de flecha de los estilizados puentes “Neo”, un emblema de Girard-Perregaux, se inspira en las maravillas arquitectónicas de las grandes ciudades del mundo. Estos puentes, también acabados en cristal de zafiro suizo, dejan ver hasta el detalle más pequeño del mecanismo con una presencia sutil pero poderosa en la muñeca.
La jaula del tourbillon incorpora un sistema de cuerda automática unidireccional que presenta un microrrotor de oro blanco. Visible a través del cristal de zafiro box, el microrrotor luce un águila grabada: un sello distintivo de la Manufactura suiza reconocible al instante.
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La correa gris es tejida con efecto metálico y puntadas a mano, otro detalle más de a casa suiza, además de que puede cambiarse por una correa adicional de piel de cocodrilo en negro, con cierre desplegable triple, de oro blanco.
El Quasar Light es una expresión brillante y atrevida de la maestría técnica, el diseño contemporáneo y el rico legado que Girard-Perregaux ejemplifica. Sus 18 ejemplares exclusivos son ya estrellas luminosas en el centro de una galaxia totalmente nueva de excelencia relojera.
