
A pesar de que aún se mantiene en suspenso si el programa olímpico sucederá como está planeado, el fuego olímpico ha llegado a tierras japonesas, lista para iluminar el camino rumbo a Tokio 2020.
Proveniente de Grecia, el símbolo aterrizó este 20 de marzo en la Base de Matsushima de la Fuerza de Autodefensa Aérea de Japón, ubicada en la prefectura de Miyagi, a las 9:30 de la mañana hora local (0:30 GMT).

La región de Miyagi fue elegida por el Gobierno de Japón para este importante momento dado a que es una zona que fue sumamente azotada por el tsunami de 2011 y el accidente nuclear de Fukushima; simbolizando la reconstrucción total del área afectada.
Un recibimiento poco usual
Gracias a la pandemia mundial por el Coronavirus, esta ceremonia fue completamente atípica; ya que además de tener menos asistentes de lo previsto anteriormente, el destino de esta edición de los Juegos Olímpicos aún está en el aire, y más cuando, justo en el mismo día, la Federación Estadounidense de Natación le pidió a su Comité Olímpico que solicite al Comité Internacional, que retrase las fechas de los Juegos, debido a que sus nadadores no han podido llevar a cabo su programa de entrenamientos por la pandemia.
Los encargados de presentar la llama olímpica en Japón fueron los excampeones olímpicos japoneses Saori Yoshida y Tadahiro Nomura; quiénes fueron también los responsables de pasar el fuego a un pebetero con forma de flor en color oro rosado.

A partir de este momento, la antorcha olímpica recorrerá todo el territorio japonés, pero que por disposición oficial se llevará a cabo sin público; lo cuál sin duda mata un poco el espíritu olímpico tomando en cuenta que el significado del fuego olímpico es la unión universal en torno al deporte.
Si el Comité Olímpico no hace ningún cambio en cuánto al programa, los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se llevarán a cabo del 24 de julio al 9 de agosto.